Una tarde de enero, con el sol entrando por la ventana de mi sala. Sentada en mi computador tratando de inspirarme para escribir algo interesante para wattpad, sin ningún resultado. Lo único que había ganado era una migraña y un humor de mil demonios. Pues.. Me presento, mi nombre es Anna de 21 años, vivo con mi mejor amiga en un pequeño apartamento, estudiante de una carrera que no me gusta, amargada como yo ninguna, con gustos extremadamente extraños, escritora en secreto y amante del chocolate. Lo demás de mi vida no les interesa y no me colocare a contar mis traumas y mis dramas familiares.
Después de casi dos horas tratando de escribir, decido cerrar la pantalla de mi laptop e ir al parque más cercano. Sentarme en el césped o como le dirían en mi país: la grama o pasto, que en algún momento fue verde. Y solo me quede ahí sentada, viendo a las personas pasar, unas trotando, otras paseando a sus perros y una que otra pareja.
Hasta que una presencia a mis espaldas me saca de mis pensamientos, me volteo con violencia para ver quien es el personaje que ha interrumpido mi momento de tranquilidad, cuando lo que veo, es un hombre bien parecido, alto de ojos color verdoso, de tez blanca y cabello largo. Y sin que le importara mi cara de pocos amigos, solo se sentó a mi lado como un costal de papas. Mi cara de incredulidad y falta de respeto solo me dio por contestarle con toda mi amargura.
- Es un parque extremadamente grande, así que te voy a agradecer levantar tu trasero y buscar otro sitio donde sentarse.
El solo logro fue pronunciar un.- Auch, que agresiva.
Una sonrisa muy fingida fue lo que le devolví. No quería iniciar conversación con nadie.
El solo ignoro aquel gesto y siguió ahí, sin decir nada. Pero poco tiempo después su presencia era pesada e incomoda y notaba que en muchas ocasiones me miraba. Asi que dispuesta a irme, me levante, pero en aquel acto una mano me detuvo en seco, haciendo que la piel se me erizará y vino aquel vómito de palabras sin filtro.
Que mierdas te pasa?, eres un acosador? o un violador? o sencillamente te gusta venir al parque, actuar extraño y sentarse a un lado de la gente sin conocerla?.- y por milésimas de segundos entre en panico al pensar aquello, porque si era eso cierto, pues se llevaria una buena golpiza.
Eh, calmate, solo quería decirte que, se te quedo el telefono.-Mierda, que verguenza, y yo que pensaba que era un violador con intenciones de apresarme y llevarme a la fuerza; tengo que dejar de ver tantas peliculas.
Gracias, disculpa por decirte violador o acosador, pero es que eres extraño, bueno no extraño como tener una tercera teta no es que diga que yo tenga tres tetas, a lo que me refiero es que no puedes andar por la vida sentándose a un lado de personas que no conoces, es muy sospechoso. A mi tia una vez un hombre se le colocó a un lado de la banca por 2 horas y terminó siendo un psicótico que queria manosearla, solo que mi tia andaba en muletas y ella lo golpeó tanto con eso que el tipo quedó inconsciente..
Menos mal no soy psicótico y tu no tienes muletas.- su expresión era de total diversión, por aquellas confesiones.-Solo no quería estar solo.
Que a diferencia de mi, yo si queria estar sola.-Agarro mi movil y reviso la hora, casi era la hora de la cena, mierda le prometí a Lisa que hoy cocinaría, y conociendola, cuando tiene hambre se pone algo intensa.- Mejor me voy o si no, no viviré para contar este momento.- y solo me di media vuelta y salí del parque a gran velocidad sin darle tiempo de que aquel chico se despidiera.
Caminaba como si literalmente mi vida dependiera de ello, Lisa es mi mejor amiga desde la preparatoria y decidimos vivir juntas apenas salimos de ella, no me puedo quejar de ella, tiene sus ventajas y desventajas. Pero lo que si tenia seguro es que cuando Lisa tiene hambre y me toca cocinar, parece un minions morado, por lo enana y molesta que se coloca.
Al llegar, comprobé lo que temía, una Lisa apunto de entrar en una crisis de ansiedad, apuntándome con la escoba de forma amenazadora, sin darme paso a ningún otro lugar de la casa que no sea la puerta de la cocina.
- De aquí no pasas hasta que me prepares mi comida.
De verdad que conocía bien a esa chica y hasta que no le hiciera aquel acto, no me dejaria tranquila. Mi gesto ante aquella amenaza solo fue levantar la manos en señal de rendirme. Y me dirigí a la cocina dispuesta a darle de comida a esa fiera hambrienta.
Después de haber cenado y con una Lisa amable y renovada, nos colocamos a ver los programas de televisión, con un pote de helados cada una. Y ya cuando a ninguna de las dos nos quedaba mas nada en aquel pote, solo me despedí de ella y camine directo a mi mas preciado tesoro: mi cama.
No pasaron muchos minutos para quedarme dormida y sumergirme en un profundo sueño.
...
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- Publicaré un capítulo nuevo cada miércoles -
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