Distintas vertientes de opinión nacional sobre nuestra historia, alegan que el periodo entre 1936, a 1945, es confuso y tenso. Completamente cierto. No con esto, hay quienes creen que Gómez fue un autentico villano nacional, que López Contreras fue un hombre que llegó por obra y gracia del espíritu santo, y que Medina Angarita fue un dictador más arrastrando el peso del cada vez más olvidado gomecismo. Errores históricos que cometemos, sin embargo, aquí está la verdadera historia.
José Eleazar López Contreras nació un 5 de mayo de 1883, en Queniquea, estado Táchira. Desde joven, trabajó en el campo de las haciendas cafetaleras. Serían días muy tranquilos para un joven, hasta que dentro de toda esa paz se cuelan aires de conflicto. Llega a Caracas a finales del siglo XIX, junto a la revolución de Castro y Gómez. Sería a partir de entonces, que se desempeñaría en la carrera militar.
Durante el gobierno de Gómez, es un hombre obediente y leal. No se mete en política, y teme preguntar demás. A lo largo de 27 años es ascendido en múltiples ocasiones, los cuales le van dando prestigio en el nuevo Ejercito Nacional que fundó Gómez, y se va abriendo paso, en ser un buen prospecto para la sucesión del Benemérito.
Es en 1935 cuando comienza ahora la nueva vida política de Eleazar López Contreras. Ahora, Jefe indiscutible del ejercito Nacional y presidente provisional de la República. Comenzando el año 1936, se enfrenta a las incertidumbres de las nuevas generaciones políticas, encabezadas por partidos de extrema izquierda y el antiguo gomecismo que buscaba lo que creía, era suyo. Dentro de estos acontecimientos, habrá sangre derramada, lucha y cárcel para los manifestantes. Incluso su propio hijo llegó a estar preso en La Rotunda, por su complicidad en los disturbios. Es en abril de ese mismo 1936 cuando es electo por el Congreso de la República, como presidente constitucional de los Estados Unidos de Venezuela. López ilegaliza a todos estos partidos políticos, dejándolos libres para participar en la clandestinidad. Esto le quita prestigio a su nueva figura presidencial. Así mismo, Eleazar López Contreras promueve algo nunca antes visto en la historia de Venezuela: un plan de gobierno firme; el conocido plan de febrero.
Se promueve una ley del trabajo que va a dar frutos en todo el lapso de su gobierno. Venezuela es para 1937, un país que ciertamente recibe los abundantes recursos petroleros como principal divisa, pero también fomenta un desarrollo económico en la agricultura y la ganadería, de aspecto admirable. La ley provee de un contrato beneficioso para la clase obrera, que ofrece emergentes oportunidades de vida. A lo largo de todo el territorio nacional, se realizan trabajos de sanidad incansables, pues la nación fue azotada hasta el cansancio en tiempos de Gómez, por malaria, paludismo, tuberculosis y lepra. El estado venezolano ve los frutos de su modernización, planteada ya desde antes de la muerte del Benemérito.
Su gabinete ministerial está formado por figuras de alto prestigio nacional. Desde intelectuales, hasta destacados hombres de la escuela castrense. En este gabinete participa el privilegiado Dr. Arturo Uslar Pietri, a tan sólo 33 años de edad. Rómulo Gallegos, también vislumbra entre las figuras más destacada de sus primeros años de gobierno. Su ministro de Guerra y Marina es, Isaías Medina Angarita.
Muchas historias surgieron de la figura de este nuevo hombre que vio el país con ojos de desconfianza. Una nación acostumbrada a la mano dura, a las montoneras caudillistas y a la pobreza. La historia nos muestra que López fue el primer hombre en hablar a través de la radio, dando un mensaje importante para toda la nación. Se trataba del mensaje que anunciaba la muerte de Juan Vicente Gómez, y que dadas las circunstancias y por decisión del congreso, él era el nuevo presidente del país. Tenía una voz muy ronca y grave, relatan los más destacados historiadores. Su apodo (al igual que los demás presidentes pertenecientes a esta dinastía andina), era El Ronquito, o el Sequíto. Esto dio a nacer una anécdota bastante recordada por el venezolano de a pie para la época. Trataba de que López a comienzos de su gobierno, no salía a las calles a visitar y a saludar al pueblo vestido de militar. Todo lo contrario. Eleazar López Contreras se quitó el uniforme y se vistió de civil, que era algo que no sea había visto en la historia desde los tiempos más cercanos a la independencia. "El Sequíto, se quitó el séquito", decían los venezolanos.
Su periodo presidencial es hasta 1941. Periodo que había sido recortado por el mismo congreso después de su llegada al ejecutivo; López acató esto sin problemas. A lo largo de su quinquenio, la nación está en vías de en rumbarse a la democracia, pero considera que es muy pronto aún. El Congreso de la República designa entonces en 1941, a Isaías Medina Angarita como su sucesor y presidente constitucional de Venezuela.
Con el pasar de los años, se aislaría de la política nacional. Pasaría su tiempo libre dedicado a su familia, la lectura y amigos que lo visitan. La modernidad no tarda en llegar a Venezuela, con lo cual se siente ya anticuado, y las nuevas generaciones, tienen una energía muy ruidosa para lo que él estaba acostumbrado.
En una conversación que tuvo con el historiador, el Dr Ramón J. Velásquez, ya para los tiempos "democráticos", dijo las siguientes palabras: "Yo ya cumplí. ¿No le parece que estoy de sobra aquí? Dios como que se olvidó de mí".
Eleazar López Contreras moriría en Caracas, el 2 de enero de 1973. Su gran obra y labor, posiblemente la más ardua que cualquier otro mandatario haya podido realizar en nuestra historia, fue reconocida por la generación contra la que él lucho en su gobierno. Generación la cual le reemplazaría con el pasar de los años.
muy intersante esta parte de la historia este periodo después de gomecismo , los pueblos no deben olvidar su historia ni de donde vienen gracias @politicaspirit por este resumen tan completo
Gracias a usted por leer Helen.