Colombia no solo nos brinda esa dulzura exquisita de su café, también es un divino paraíso gastronómico donde puedes disfrutar de una variedad culinaria desde lo más gourmet hasta los platos más tradicionales y tengo que decir que teniendo un papá viajero, siempre me enseño que la cultura de un país se conoce por su comida y por sus mercados y adivinen qué yo empecé por la comidita, porque bien dice el dicho: barriguita llena corazón contento.
Uno de estos días decidimos salir a caminar y terminamos la jornada en un centro comercial de Bogotá que se llama Multiplaza. Ahí en el último piso hay una feria de comida bien grande así que decidimos dar algunas vueltas y elegir un lugar donde comer, ya el hambre acechaba. Terminamos escogiendo un restaurante que vendía comida asada. Pedimos una parrilla y cerdo en salsa barbecue.
Lo que a mí me encantó de esta comida es que ciertamente todo era asadito, estaba comiendo full proteínas yyy lo mejor de todo, tenía bastones de chicharrón y yo me confieso amante del chicharrón. El plato venía acompañado de dos vasos de papelón con limón y yo estaba feliz.
La carne y el chorizo estaban suavecitos, todo tenía sabor ahumado, las papás súper crujientes y bien de sal, aunque debo decir que en Colombia no le ponen mucha sal a la comida y siempre ponen un salero. A mi parecer lo ideal sería que hicieran la comida en ese punto exacto donde el salero no haga falta. Pero el punto positivo de todo es que las personas que necesiten comer bajas en sal, pueden comer sin un gramo de culpa.
¿Qué si vuelvo a repetir? Claro que si volvería por esos chicharrones sin pensarlo dos veces. Siento que muchas veces no le damos poco valor a la comida tradicional cuando debería ser el centro de las raíces de nuestros países.
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Colombia not only gives us that exquisite sweetness of its coffee, it is also a divine gastronomic paradise where you can enjoy a culinary variety from the most gourmet to the most traditional dishes and I have to say that having a traveler dad, he always taught me that the culture of a country is known by its food and its markets and guess what I started with the food, because as the saying goes: full belly happy heart.
One of these days we decided to go for a walk and ended the day in a shopping mall in Bogota called Multiplaza. There on the top floor there is a big food fair so we decided to walk around and choose a place to eat, as hunger was lurking. We ended up choosing a restaurant that sold grilled food. We ordered a barbecue and pork in barbecue sauce.
What I loved about this meal was that everything was certainly asadito, I was eating full protein and best of all, it had chicharrón sticks and I confess to be a chicharrón lover. The dish came with two glasses of papelón with lemon and I was happy.
The meat and the chorizo were soft, everything had a smoky flavor, the potatoes were super crispy and well salted, although I must say that in Colombia they do not put much salt on the food and always put a salt shaker. In my opinion the ideal thing would be to make the food at that exact point where the salt shaker is not necessary. But the positive point of it all is that people who need to eat low salt, can eat without a gram of guilt.
Would I come back again? Of course I would go back for those chicharrones in a heartbeat. I feel that many times we give little value to traditional food when it should be at the core of our countries roots.
Las fotos y contenido aquí compartido con ustedes son de mi autoría. Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Redmi Xiaomi 9. Y la traducción al inglés fue realizada con DeepL
The photos and content here shared with you are my authorship. The photos were taken with my Redmi Xiaomi 9 phone. And the English translation was done with DeepL.
Posted Using InLeo Alpha
Columbian cuisine looks so rich !! I wish I could try some Columbian dishes sometimes 😍😍
Oh dios mío. Que divino se ve todo