Los libros tienen un encanto y una personalidad que los dispositivos electrónicos simplemente no pueden igualar. Cada libro es único, con su particular aroma a tinta y papel, su peso y su tacto inigualables. Es una conexión íntima y tangible que nos recuerda la belleza del conocimiento impreso
Los libros tienen un encanto y una personalidad que los dispositivos electrónicos simplemente no pueden igualar. Cada libro es único, con su particular aroma a tinta y papel, su peso y su tacto inigualables. Es una conexión íntima y tangible que nos recuerda la belleza del conocimiento impreso