Omara Durand (y Yuniol kindelan) se roban nuestro corazón otra vez / puma running
Cuando mi papá salió del Centro de Aislamiento y me encapriché (por suerte) en llevarlo al hospital, los Juegos Paralímpicos de 2021 andaban en su curso.
En la sala donde lo ingresaron había mucha gente mal, que no pudo superar el virus, a pesar de los varios antibióticos, a pesar del oxígeno, a pesar de los esfuerzos de los médicos 24h/7d.
Cuando estás en medio de esa situación, y cuando a tu lado solo hay sobresalto y malas noticias, Omara Durand iba corriendo y ganando carreras del otro lado del mundo.
Seguir su performance era una luz, al menos para mí, que tengo en el deporte (y mayormente en el Atletismo) un aliciente de vida. Que me cambia el estado de ánimo, que me motiva, que me hace, en definitiva, feliz. Merci.
Para Omara fueron las primeras líneas que escribí desde aquel ingreso del que quería correr, aun a sabiendas de que no podía.
Sobre Omara fue mi post feliz, escrito desde algún pasillo de la Sala Mella del Clínico de Diez de Octubre dónde también tuve que enfrentarme -casi sola- a varios ataques de pánico. Recuerdo haber esbozado aquellas líneas -como hoy- con lágrimas en los ojos, porque la gente que irradia luz y que tiene el valor de trabajar todo lo duro que sabemos hay que trabajar para elevar un talento a la máxima expresión, me emociona. Y Omara Durand es una clase magistral de ello.
Hoy, cuando corría para su 11na presea paralimpica tampoco tuvo rivales, salió de la curva y se encaminó a la meta para sellar su leyenda y clavarnos la nostalgia . Si ella extrañará la pista, nosotros tenemos que encontrar cómo vivir sin ella.
Son 11 medallas de oro en Juegos Paralímpicos entre 2012, 2016, 2020 y 2024. Ni ella, ni su fiel escudero Yuniol Kindelan tienen rivales. Hacen que parezca fácil, marcan una pauta, un hito que no solo pertenece a su categoría T12 o al deporte adaptado, es una obra brutal que enaltece el deporte de nuestra isla.
Otra vez vuelvo sobre mis pasos e insisto, como lo hice aquella vez en 2021, quien sea que tiene la capacidad de decidir en esto - debería llenarse de valor, eliminar las barreras mentales y otorgarle el título absoluto de mejor atleta (de Atletismo) del año. Su desprendimiento profundo de córnea no la hace diferente, al contrario, la realza.
Ahora en París ha hecho 9 carreras en apenas seis días. Eliminatorias, semifinal y final en tres pruebas diferentes y las ha ganado todas, Nos ha puesto la piel de gallina y nos ha hecho sentir, en medios estos tiempos insensatos, orgullo por ser cubanos, y compartir con ella este pedacito de tierra.
Omara Durand es una absoluta fuera de serie; una Duraka, el verdadero tanque, la pieza, para decirlo en esos "otros idiomas" que se hablan hoy por acá. Y habrá que hacerle un monumento, y un homenaje y algo que esté a la altura de su legado, así como le honraron en 2019 en Lima colocando la huella de sus manos al lado de las de Usain Bolt. Agradecidos estamos por haberla visto correr, superarse, existir ...
Enhorabuena a su equipo y a esa maestra que es Miriam Ferrer. La mujer que estuvo detrás de la hija del viento (Yunidis) y que ahora va esculpido a esta reina de las pistas; emperatriz del olimpo. Merci Beaucoup.
Felicidades
Orgullo cubano... Terminé la carrera con los ojos aguados de la emoción ❤️