De lejos, por los cables de agencias, he tenido flashazos del paso cubano por aquel Santiago. Tengo la percepción--y leerte me da la convicción--de que aún cuando las exigencias de estos eventos han decaído un tanto, la actuación cubana ha sido positiva. Ojalá la gestión del deporte se sacuda de todo lo que la obstruye para que sea más eficiente y nuestros atletas puedan crecer al mismo tiempo que nos regalan buenas actuaciones.
Amén