HOJA CLÍNICA DE PACO MIR (Parte II - Mi último encuentro con el Pianista del Restaurant, el disonante Pájaro verde y solo) Un poema en memoria de su magisterio ✨🌳🥹

El 25 de febrero de 1998, visité en su casa de La Victoria a mi maestro Francisco Mir, a quien amé y considero mi padre adoptivo.

Cogí la Ruta 40🚌 desde mi pueblo Santa Fe. Era la primera vez que no lo hacía desde Nueva Gerona. Era la primera vez que no me acompañaban Carlos Santos, ni José Antonio Taboada, ni Nelton Pérez, con quienes par de años antes habíamos fundado el sello Ediciones Ancoras y colaborado además en la gestación de Reina del Mar Editores de Cienfuegos.

_{Panel con los fundadores de Ediciones Áncoras, en el patio de la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos de la Isla de la Juventud, en la 14 Edición de la Feria Internacional del Libro del 2005, dedicada a Brasil}

Mi propósito, antes de comunicarlo a mis padres, era contarle y escuchar su opinión sobre la propuesta que me había hecho la Dirección Nacional de la Asociación Hermanos Saíz, de mudarme a Cienfuegos para trabajar como Coordinador de Reina del Mar.

La respuesta de Paco, al que apenas ya se le entendía, hablaba tropeloso y entrecortado, el tumor cerebral del que había sido operado en 4 ocasiones ya no solo afectaba sus capacidades físico-motoras, las manos le temblaban, no podía sostenerse en pie, pero mantenía una lucidez disfrutable, inmensa. A pesar de ello lo entendí clarito:

-Te vas y pa' la P... hijo, ya tu cabeza topó el techo de esta 🏝️. Ábrete camino, viaja, conoce el mundo. Sé un pirata, pon a navegar tu barco.

Regresé en la misma Ruta 🚌 a Santa Fe. No quise entonces ir a Nueva Gerona a despedirme de los amigos, y con un consejo como ése, de quien consideraba a la 🏝️ como la Coordenada Perfecta para la Poesía, no había mas nada que pensar. No me temblaron las piernas. Estaba decidido. Llegué a casa, y luego de conversar sobre el tema con mis padres, entre lágrimas y abrazos de mi madre, guardé en la 🎒 todos sus 📚 ⬇️

Dos meses después, al salir de una reunión en la Dirección Provincial de Cultura de Cienfuegos, donde coordinaba el aseguramiento para el Premio Reina del Mar de 1998, recibí la triste e incómoda noticia de su partida, Paco no resistió ya la 5ta intervención quirúrgica y nos dijo adiós, dejando inédito un 📕 dictado a su madre y que Taboada y yo ayudamos a transcribir para su póstuma edición ⬇️

No tuve fuerzas, para regresar inmediatamente a la 🏝️ a su cepelio. Pero aquella tarde, dada la noticia por la actriz Milva Benítez de Teatro a cuestas y su esposo, el poeta Fernando Javier León Jacomino, entonces presidente de la AHS en Cienfuegos, actual Viceministro de Cultura, me fui al Puerto, agarré la patana hacia la CEN, crucé mirando al mar la hermosa Bahía, y detrás de los muros de la Fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles o Castillo de Jagua, escribí el primer boceto de este poema, que terminaría en mi casa de Santa Fe, en mayo de 1998, de regreso a la 🏝️ (entonces por un infarto que había sufrido mi padre y que gracias a Dios esa vez se recuperó)

En 2003, incluí la versión final en uno de mis poemarios que ahora les comparto a través del 📪 de #ecency, amigas y amigos de #hivecuba, en memoria de Paquito ⬇️

_{Esta publicación ha sido redactada libre de IA.

Las fotos empleadas son de mi propiedad.}

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