
Una melodía triste suena en mi cabeza. Sé cómo será mi final, pero me pregunto cuándo llegará el momento. Estoy aquí, entre estas cuatro paredes, con una imagen religiosa frente a mí que parece llorar, atrapada en este organismo desgastado, postrada en una cama que se ha convertido en todo mi mundo.
Mi cuerpo ya no me pertenece, no responde; es una cáscara vacía, invadida por algo que no puedo controlar. La enfermedad se ha apoderado de cada rincón de mí, como un ejército que no deja supervivientes. Mis músculos, antes fuertes y ágiles, ahora son inútiles. Mis piernas, que antes me llevaban a cualquier parte, ahora son solamente un peso muerto. Tengo círculos negros alrededor de los ojos y mi piel, pálida y frágil, parece un mapa de mi derrota.

El dolor es constante, pero no es solamente físico. Es un lamento que se extiende más allá de los límites de mi cuerpo, que se infiltra en mi mente y en mi alma. Cada respiración es una batalla, cada latido un recordatorio de que sigo aquí, aunque no sé por cuánto tiempo más. Quiero gritar, quiero llorar, pero ni siquiera tengo fuerzas para ello.
Estoy presa en un silencio que me consume. Mis hijas, mis nietos, parientes y amigos están aquí, se han unido a mí en una cruel y amarga espera. Aunque no hablo, aunque creen que no les reconozco, les veo moverse por la habitación, sus rostros están marcados por el cansancio y la desesperación. Todos intentan ser fuertes, pero observo cómo mi enfermedad también les está destruyendo, aunque de forma diferente. Tienen ojeras y sus ojos brillan con lágrimas que no quieren dejar caer delante de mí, sus manos tiemblan al ajustarme la almohada u ofrecerme agua. Me duele más verlos sufrir que sentir el dolor en mi propio cuerpo.
Pienso en lo injusto que es todo esto, pienso en cómo la vida nos ha robado tanto, ellos deberían estar viviendo, disfrutando, riendo. Pero en vez de eso, están aquí, luchando contra algo que no pueden vencer y me siento culpable, aunque sé que no es culpa mía. Me siento como una carga, como un peso que no pueden soltar.

El silencio de mis hijas me rompe el corazón. A veces, deseo que todo termine, no porque quiera abandonarlas, sino porque quiero liberarlas de este sufrimiento. Quiero que puedan seguir adelante, que puedan recordar los momentos felices y no mi agonía sin fin. Entonces los veo, veo cómo me miran con amor y esperanza, y me aferro a la vida, aunque únicamente sea un poco.
La enfermedad nos ha robado casi todo, pero no puede arrebatarme el amor que siento por mi familia. Porque este amor es lo único que me alivia y me da fortaleza para seguir aguantando y luchar, aunque sea una batalla perdida.
Si pudiéramos,
cargaríamos con cada
lágrima, cada miedo y
cada dolor, únicamente
para devolverte la paz
que el cáncer te está
robando.
Mi familia

Fuente de las imágenes
1, 2, 3, 4
Leí tu texto, es desgarrador, impresiona el sentimiento que pones en la narración, y también me paga mucho, ya que tengo un familiar enfermo en casa.
De verdad que es muy emotiva y sentida esa lectura.Hola, muy buenos días @aremontilla.
Hola amigo @osomar357 pues estoy pasando ese proceso con mi tia, ya solo esperamos que su sufrimiento termine. Y si, es muy dura esa enfermedad. Pienso que hay que escribir para sanar un poco. Saludos <3
¡Te invito a conocer y votar, la nueva propuesta de Ecency!
!LOL
!HUESO
!IDD
!LUV
lolztoken.com
That’s a bit of a stretch.
Credit: reddit
$LOLZ on behalf of osomar357
(5/10)
Farm LOLZ tokens when you Delegate Hive or Hive Tokens.
Click to delegate: 10 - 20 - 50 - 100 HP@aremontilla, I sent you an