CASTELLANO
Me tomaré el atrevimiento de hacer un compedio de artículos sobre un libro que leí recientemente, porque he visto necesario que se analicen este tipo de obras que pasan por alto muchas mentes corrompidas por el mundo aparente en el que viven, vivieron o vivirán. No se trata de algún best seller, es como si hablar de música estuviera ligado enteramente a la calidad del pensamiento y la reflexión que dejan los acordes musicales y comentara sobre algún artista Pop o Rap que suene a diario en la radio, jamás podremos encontrar la verdadera belleza entre los desechos de la creatividad; por eso en este caso encontré la belleza en un clásico universal escrito hace cientos de años, pero que guarda ciertas similitudes aterradoras con nuestros tiempos, y que me hizo dudar más de una vez la fecha en la que me encuentro.
Francois-Maurie Auret, mejor conocido como Voltaire, fue un pensador francés que a lo largo de su vida sufrió los infortunios de vivir libremente sin cerrar la boca ante las injusticias, es por eso que pasó gran parte de su carrera como escritor detrás de los barrotes en la cárcel o exiliado de su patria al no tener miedo ni escrúpulos para expresar sus ideas sobre el papel que mucho hicieron daño a la realeza francesa y a la iglesia católica. Cándido, o El Optimismo es una de sus obras más famosas y relata una historia que a medida que va avanzando hace que el lector analice muchas situaciones que acontecen fantasiosamente pero que en muchos casos estuvieron ligados a fuertes desastres historicos como el terremoto de Lisboa el primero de noviembre de 1755. Cándido es una obra que se puede hacer tediosa en algunas partes para las mentes más simples, pero vale la pena leer si es que disfrutas de su lectura; es por eso que dividiré los 30 capítulos que componen la obra en determinadas publicaciones para no hacer pesado el análisis que puedo ofrecer de la obra.
El optimismo es una cualidad que tiene el ser humano para hacerse la idea de que todo está lo mejor posible, aún cuando no sea del todo así. La Real Academia Española define al optimismo como la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. Podrìamos decir que entendemos al optimismo como una fuerza que modifica positivamente el movimiento de una persona hacia la resoluciòn de una situación adversa, y esta fuerza está motivada por la energía acumulada según las experiecias del individuo, en otras palabras, una persona será optimista en la medida en que su experiencia así lo determine; es por esto que observamos unos más enérgicos que otros, y a los que menos energía tienen se les conoce como pesimistas, un grupo de personas cuya concepción del mundo va contra la de los optimistas.
Los optimistas son aquellos seguidores de la idea en que los hombres pertenecemos a un mundo donde el bien siempre va a triunfar sobre el mal, todo està lo mejor posible, podrìamos estar peor, las cosas ocurren para bien, y otros aspectos básicos e ignorantes de la doctrina filosòfica optimista planteada por pensadores como Epicuro y Leibniz, siendo este último uno de los protagonistas más sobresalientes en la obra que ha causado el optimismo metafìsico en el pensamiento filosófico. No es casualidad que encontremos referencias a este pensador dentro de Càndido porque la obra fue una burla gigantesca a todo el pensamiento optimista expresado por Leibniz dejando en ridículo su frase "El mejor de los mundos posibles" que podemos encontrar en su obra Ensayos de Teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y la Origen del mal a la sociedad. Por supuesto, en ningún momento de la obra podremos encontrar una referencia directa sobre Leibniz, y quienes no conocíamos su obra no íbamos a saber jamás que Cándido era un cuento filosófico escrito en su contra; además de que por otro lado Voltaire nunca afirmó abiertamente haber escrito Cándido porque el cuento fue firmado como "el señor doctor Ralph", pero los eruditos de la época desde el momento de su publicación supieron que esta era una obra de Voltaire.
CAPÍTULO 1: CANDIDO ES EDUCADO EN UN HERMOSO CASTILLO Y ES EXPULSADO DE ÉL
Cándido vivía en el reino de Westfalia (Región alemana verdadera), en el castillo del barón de Thunder-Ten-Tronckh, y aunque no era parte de la familia real los criados más antiguos en la historia sospechaban que era un hijo bastardo entre la hermana del barón y un hidalgo (Persona que por linaje pertenecía al estamento inferior de la nobleza, RAE) al que no habían podido comprobarle los grados suficientes en su árbol genealógico para poder ser parte de la nobleza. El barón dueño del castillo era uno de los más poderosos nobles de la región, y la baronesa una de las más obesas y respetadas por sus labores de anfitriona. Estos dos personajes tenían una hija llamada Cunegunda, quien sería uno de los personajes clave de la obra pues esta se convertiría en la amada de nuestro querido Cándido y participe de las aventuras (Más bien desventuras) que iban a presenciar alrededor del mundo.
Pangloss, era el preceptor del castillo y una figura que representa al filòsofo Gottfried Leibniz y su pensamiento. Voltaire escribiò este libro de forma irònica, por eso cuando introduce al personaje de Pangloss lo hace en primera instancia como un filósofo e influenciador principal del pensamiento de nuestro Cándido que a lo largo de la historia irá enfrentando las adversidades bajo las premisas de "vivimos en el mejor de los mundos posibles" y "todo efecto tiene una causa" porque eran las ideas principales de la filosofía de Leibniz, por lo que representó a Pangloss como el pensador que constantemente estaba dentro de los pensamientos de Cándido recordándole decrecivamente que nada puede ser peor y que todo pasa por algo. Dentro del castillo de Thunder-Ten-Tronckh, los personajes vivían una vida de ensueño con placeres, lujos y comodidades que los mantenían en un estado de éxtasis semejante al que se pudo haber vivido dentro del jardín del Edén, en donde el sufrimiento y las penas no eran experimentadas por los personajes.
Cándido, era un fiel seguidor del pensamiento de Pangloss, doctor en metafísico-teólogo-cosmólogo-tontología, que es representado ridiculamente al hacer planteamientos y llegar a conclusiones ilusas como por ejemplo que "la nariz fue diseñada para reposar los anteojos", o "los marranos fueron hechos para ser comidos", o "las piedras se las diseñó de tal modo que se las pudiera tallar, de manera que fuera posible fabricar castillos"; obviamente estas razones están sugiriendo que la perspectiva de Pangloss es meramente subjetiva y empìrica pues es lo que experimenta a diario dentro de su mundo cerrado entre los muros del castillo, y no conoce otra realidad fuera de ello. El conflicto comienza cuando la baronesa Cunegunda paseando por el castillo se encuentra con una de esas clases que imparte Pangloss, se fija en Cándido y como se interesa por las ciencias se pregunta si el jóven iluso podría ser su razón suficiente al mismo tiempo que ella para él, comienza un sentimiento de atracción en Cunegunda mientras que Cándido ya hacía tiempo que no le quitaba el ojo de encima, y al volver al castillo se encontraron y demostraron su interés mutuo.
Al día siguiente de este encuentro, Cándido y Cunegunda se encontraban detrás de un biombo en donde la dama dejó caer un pañuelo para que Cándido lo recogiese. Rozaron sus manos, encontraron sus miradas, Cándido besó tiernamente la mano de Cunegunda y temblaron las rodillas hasta que pasó por el biombo el barón de Thunder-Ten-Tronckh y los vió, lo que causó que Cándido fuera echado del castillo a patadas para nunca más volver a él.
CIERRE
Cándido no conocía otra cosa más que la vida dentro del castillo, las enseñanzas de su maestro Pangloss, la belleza de su amada Cunegunda, las experiencias de una vida sin desgracias ni miedos ni preocupaciones, hasta que fue echado a la calle y comenzará implacablemente a experimentar al mundo real en carne viva. El capítulo uno del libro nos hace una construcción de un panorama que quiere criticar Voltaire en su obra, que es el de las personas que viven dentro de una realidad que sólo les afecta a ellos, y a unos pocos, pero que no conforman una realidad en si, sino más bien pareciera una fantasía la que viven porque el mundo se compone de tantas cosas que es impreciso aseverar que nuestra realidad es la única que exista, o que sea la mejor, o que es el mayor bien posible; por eso en este primer artículo sólo dejaré en claro cómo era la vida de Cándido dentro de sus comodidades, cuáles eran sus aspiraciones y qué era lo que lo influenciaba a pensar de la forma en que más adelante en la historia intentará sostener ante las situaciones que deberá experimentar fuera de la comodidad y bienestar en el que se encontraba.
En los próximos artículos hablaremos sobre la serie de desafortunados eventos que llevaron a nuestro héroe Cándido a ir reflexionando poco a poco sobre la voluntad de su optimismo, e iremos descubriendo si es provechoso el optimismo para aplicarlo en nuestras vidas como un método filosófico que nos ayude a avanzar en nuestro desarrollo mental y crecimiento personal ante la problemática de nuestra existencia. Recuerden que este análisis es basado en mi comprensión del texto, que quizás no es la mejor o la correcta, pero es la que yo tengo y que también sé que no le parecerá a muchas personas pero este ejercicio lo hago como una forma de ejercitar mi lectura, mi análisis y sobre todo mi escritura para llevar un mensaje más allá de lo que nuestras vidas personales puedan ofrecer que es el contenido al que estamos acostumbrados a mirar en las redes sociales. La lectura nos ayuda a conocer otras realidades, la escritura nos ayuda a expresar la nuestra, cultiva estos dos hábitos en tu existencia y no te garantizaré que serás millonario, pero sí serás una persona que se preocupa en comprender el mundo que le rodea transcendiendo el tiempo y el espacio.
Puedes consultar los capítulos del análisis aquí:
Cándido, Voltaire. Libro en PDF.
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