Bueno, en mi vida muchas veces me tocó vivir el ayudar "reparar " a varias parejas y verlas florecer en otras experiencias. Y uno se pregunta, ¿Por qué esos cambios no se dieron junto a mi?
Esto me ha pasado demasiadas veces en la vida, mi querida Zully, pero ya llegó un punto en el que lo he aceptado y ya está, he seguido con mi vida poco a poco, tratando de disfrutar lo más que pueda, porque al fin y al cabo, uno es feliz en muchos momentos mientras ayudas a sanar a otros.
pero el que más me llama la atención y a la reflexión es ese de ser imanes para personas que de alguna manera buscan sanar, por un lado recordando nuestra esencia se ser maestros (y allí cabe el hecho de amar las metáforas) es posible que a nuestras vidas lleguen personas que necesitan aprender, pero también aprendemos de ellos
No sabes cuánta razón tienes en esto, porque muchas de esas relaciones donde yo reparé a las personas, terminaron mostrándome también cosas sobre mí mismo, porque yo no he sido toda mi vida así como me ven ahora, comprensivo, atento, empático, todas esas cosas las fui aprendiendo en el camino y hoy en día sigo aprendiendo a ser una mejor persona y un mejor ser humano.
No se trata de no ayudar o contener emocionalmente a tu pareja, pero tampoco en desdibujarse al punto que conviertes la relación en un diván de sicoanalisis.
Amo cuando se entiende cláramente las cosas a las que me refiero; exactamente, es obvio que si tu pareja tiene problemas, debes estar ahí para apoyar y ayudar, pero llega un punto en el que ya no podemos hacer más nada, ya nuestra ayuda no llega a cubrir las necesidades de los detonantes y hay que referir dichos problemas a un especialista para que otorgue las herramientas necesarias para lidiar con todo, la terapia es sana y todos deberíamos estar consciente de ello para poder avanzar.
¡Gracias mi querida Zully por este maravilloso comentario! ¡Sigamos creciendo!