En las cosas sencillas que hacemos diariamente también hay cuotas de felicidad, el ejemplo que usted nos da es bastante claro y entendible, no es necesario ostentar grandes cosas para sentir satisfacción y regocijo, solo sentir a Dios a nuestro lado es mas que suficiente.
Mil gracias por sus lindas palabras de nuestra interpretación, como siempre intentamos hacerlas con mucho cariño para que sean del agrado de todos, fue un gusto traer nuevamente este clásico a sus oídos. Dios le bendiga!