Tienes razón, este ciclo tan lamentables de conflictos no tiene pinta de acabar en los próximos tiempos, pues es como un herida que se sigue abriendo y es muy difícil de sanar.
Qué bonito que puedas captar la espiritualidad que se refleja cuando uno canta canciones dirijidas a Dios, especialmente esta que es una súplica con fe y de corazón.
Gracias por pasar por acá, amigo. Un abrazo.