Hola comunidad, ¿Cómo están?
Espero que estén teniendo un año lleno de momentos que los hagan suspirar y les permita atesorar recuerdos inolvidables para este 2025.
Escribir es mi escape, la forma en la que dreno mis emociones, mis aflicciones, mis preocupaciones y todo eso que me aprieta el corazón y me hace un nudo en la garganta.
Desde el 30 de enero mi vida ha dado un giro de 360 grados viaje 17 horas para ver a mis padres desde Argentina hasta México porque tuve en Colombia 7 horas de esperas.
Ver a mis padres después de 10 años ha sido una de las emociones más grandes que he tenido en mi vida, el corazón me palpitaba a mil, la respiración me faltaba, todo mi cuerpo temblaba, la boca se me puso seca, llegar a la puerta de salida fue prácticamente un maratón porque tuve que caminar muchísimo pasar por el tan temido Instituto Nacional de Migración que todos me decían que me iban a devolver que el tener vida no me garantizaba entrar al país bueno me dijeron tantas cosas que realmente en un punto cerré mis oídos y solo confíe en que Dios sería quien abriría las puertas como hasta ahora lo venía haciendo.
Al pasar migración exhale la chica que me atendió se enamoró de mi polar marrón y yo inmediatamente para romper el hielo bromee con ella diciéndole, me dijeron que estaba haciendo muchísimo frío aquí en México y yo estoy toda transpirada y ella se ríe comenta trivialidades del clima, le comento que vengo de argentina y le habló del frío y enseguida me dice que ella quiere conocer Argentina y yo por supuesto le dije, tienes que hacerte ese regalo porque Buenos Aires es hermoso y le comienzo a vender el país, tanto que un momento solo me pidió el pasaporte, me preguntó cuál era la fecha de retorno, sin pedirme ningún papel.
Esa salida se hizo de rogar, al pasar el puesto de migración me tope con un vigilante a quien le pregunté cómo co.. salía de ahí y me dijo todavía le falta un tramo largo, tiene que seguir por este pasillo al final sube las escaleras y dobla a la derecha y sigue derecho allí se va a encontrar dónde retirar las maletas y está el punto de revisión y salida.
Llegué con mi lengua de cobarde más asustada porque todo ese camino no pasó ni un alma, pero para mí fue realmente muy simbólico ese trayecto hasta la salida, me tocó confiar en qué podía hacerlo aunque estuviera sola y el camino fuera incierto, recordé que este año me dije que fluiría con las situaciones y esa fue la situación perfecta, en un momento quise regresar y volver a consultar, les confieso que me dio miedo y que me detuve en medio de ese solo, frío, y angosto pasillo a llorar había caminado tanto, pero realmente lloraba porque no sabía lo que me esperaba, no sabía si iba a poder hacerlo, me sentí sola.
Estaba ahí en medio de ese pasillo decidiendo si regresar o avanzar aunque no supiera exactamente hacia dónde me llevaría ese camino y bueno me dije a mi misma, sabes lo que te espera los brazos de tus padres aunque llevas muchos años sin estar en el rol de hija eso es lo que te da miedo que se te olvidó ser hija, tienes tantos años siendo tu contra todo y soportando todo y resolviendo todo que verte ser hija te regresa a un lugar que hoy lo percibes como vulnerable y eso jamás porque detestas sentirte vulnerable.
Gente fue muy revelador ese momento para mí, me llenó de una fuerza que me conecto con mi yo interno. He aprendido a escuchar al universo y prestarle atención a estos momentos que son solo míos y solo yo entiendo el gran impacto que tiene en mi vida y en mi interior y sé que eso pasa justo antes de acontecimientos importantes y momentos bisagras en nuestra vida, y no es más que nuestro inconsciente haciéndonos dudar porque a él no le gusta el cambio, ni el esfuerzo para él todo tiene que ser fácil y siempre igual y él sabia que grandes cambios estaban por llegar al final de ese pasillo.
Al fin llegué a dónde se retiran las maletas hacer mi fila para chequear por última vez mi equipaje (que solo fue articulo personal), de eso les hablo en otra publicación sobre el viaje, hecho eso, solo quedaba caminar a la puerta de salida y abrazar a mis padres.
Pero bueno la vida jugando conmigo, con mi compromiso de fluir que me puso delante en la fila a unas personas que eran un grupo familiar incluida a una adulta mayor que no se movía qué a paso de caracol la pobre y bueno ya yo estaba entrando un poco en desesperación porque para donde me movía yo se movía ella, parecía que estuviéramos bailando. En un momento le tuve que decir señora por favor me da permiso que estoy apurada.
Bueno lo siguiente que paso lo vieron en el vídeo la única palabra que ligeramente podría describir ese momento es Gratitud, con Dios por permitirme abrazarte a mis viejos después de 10 años. Y más después del infarto de mi papa que pensamos que no sobreviviría.
A mí hermano tenía desde el 2009 que no lo veía, es muy loco como mi familia tuvo que separarse físicamente debido al éxodo que los venezolanos hemos vivido, sin embargo eso es otra historia.
Llegue por fin a la puerta que decía salida, contuve la respiración por un momento y con toda mi fuerza salí y que emoción fue verles ahí parados con un enorme ramo de flores yo no dude soltar lo que traían encima y me lancé a los brazos de mis padres, de repente volví a ser niña, esa que sin dudarlo corría a los brazos de sus padres cuando tenía miedo buscando refugio y protección.
Fue imposible evitar las lágrimas y fundirme en ese abrazo, sentir su calor, sus besos.
Claro, me encontré con dos padres cansados de la vida, arrugaditos como una pasita por el paso de los años, con menos fuerza para abrazar, con sus pasos más lentos. Una década es mucho tiempo y el paso de los años ha hecho de las suyas en su cuerpo, sin embargo, me llene de una emoción que no tengo palabras para describir y creanme que eso ya es mucho decir.
Los besaba y abrazaba, sentía que el corazón se me iba a salir del cuerpo mi respiración era rápida y mis lagrimas solo brotaban como manantial. Este viaje es un reencuentro mágico y milagroso, pero también uno que me pone en una gran encrucijada, me quedo a ayudar a mi mama y a mi hermano o me regreso para Argentina.
Tengo hasta el 28 de Febrero para decidirlo, mientras disfruto de estos momentos en mi rol de hija que por los años que tenía sin verlos se me había olvidado, pero que es sin duda de los roles más hermosos y maravillosos que tengo.
Si tu que llegaste hasta aquí de la lectura y tienes la posibilidad de estar con libertad y plenitud con tus padres, disfrútalos al máximo que el tener esa posibilidad ya te hace millonario, yo estoy debatiéndome entre dejar una vida por cuidar a mi papa o dejar a mi papa y volver a una vida que tanto me costó construir luego de emigrar.
Les dejo un abrazo grandototote
Esperanza
Hello community, how are you?
I hope you're having a year full of moments that make you sigh and allow you to cherish unforgettable memories in 2025.
Writing is my escape, the way I drain my emotions, my sorrows, my worries, and everything that tightens my heart and makes a lump in my throat.
Since January 30, my life has taken a 360-degree turn. I traveled 17 hours to see my parents from Argentina to Mexico, with a 7-hour layover in Colombia.
Seeing my parents after 10 years has been one of the greatest emotions I’ve ever experienced. My heart was pounding, I could hardly breathe, my whole body was shaking, and my mouth went dry. Reaching the exit door felt like a marathon because I had to walk a lot and go through the dreaded National Institute of Migration. Everyone had warned me that I might be sent back, that simply being alive didn’t guarantee me entry into the country. I was told so many things that, at one point, I shut my ears and simply trusted that God would open the doors for me as He had been doing all along.
After passing through migration, I exhaled deeply. The agent who attended me fell in love with my brown sweater, and I immediately broke the ice by joking with her, saying, "They told me it was freezing here in Mexico, and I’m all sweaty." She laughed and made small talk about the weather. I told her I was coming from Argentina, and we chatted about the cold. She said she wanted to visit Argentina, and of course, I told her, "You have to give yourself that gift because Buenos Aires is beautiful." I hyped up the country so much that, in the end, she only asked for my passport, my return date, and no other documents.
Getting out of there was a challenge. After passing migration, I met a security guard and asked how to get out. He said, "You still have a long way to go. Keep walking down this hallway, then go up the stairs, turn right, and go straight until you reach the baggage claim area and the exit checkpoint."
I was exhausted and scared because there was no one else around. But for me, that long walk to the exit was symbolic. I had to trust that I could do it even though I was alone and the path was uncertain. I remembered that I had promised myself this year that I would go with the flow, and this was the perfect situation to test that. At one point, I wanted to turn back and ask again. I’ll admit, I was scared. I stopped in the middle of that empty, cold, narrow hallway and cried—not just from exhaustion but because I didn’t know what awaited me. I felt alone.
There I was, standing in that hallway, deciding whether to go back or move forward, even though I didn’t know exactly where the path would lead me. Then I told myself, "You know what awaits you—the arms of your parents. You’ve been away from the role of being their daughter for so long that you’ve forgotten how to be one. You’ve spent years facing everything on your own, solving everything, and now stepping back into that role makes you feel vulnerable, and you hate feeling vulnerable."
That moment was so revealing. It filled me with strength and connected me with my inner self. I’ve learned to listen to the universe and pay attention to these moments, which are mine alone to understand. I know they happen just before significant events in life. It’s just our subconscious resisting change because it doesn’t like effort or the unknown. But I knew that big changes were waiting at the end of that hallway.
Finally, I reached the baggage claim area, got in line for the last luggage check (which was just my personal items), and then all that was left was to walk to the exit and embrace my parents.
But life, playing with me as always, placed a slow-moving elderly woman ahead of me in line. I was getting desperate because wherever I moved, she moved too. It felt like we were dancing. At one point, I had to say, "Ma’am, please excuse me, I’m in a hurry."
What happened next, you saw in the video. The only word that even slightly describes that moment is gratitude—to God for allowing me to hug my parents again after 10 years, especially after my father’s heart attack, when we thought he wouldn’t survive.
I hadn’t seen my brother since 2009. It’s crazy how my family had to be physically separated due to the Venezuelan exodus. But that’s another story.
I finally reached the door that said "Exit." I held my breath for a moment, gathered all my strength, and walked through. The emotion of seeing them standing there with a huge bouquet of flowers was overwhelming.
I didn’t hesitate—I dropped everything and ran into my parents’ arms. Suddenly, I was a child again, the one who ran to them whenever she was scared, seeking refuge and protection. Tears were unavoidable as I melted into their embrace.
Now, I have until February 28 to decide—stay and help my mom and brother or return to Argentina. In the meantime, I’m enjoying my role as a daughter, a role I had forgotten but one that is undoubtedly one of the most beautiful and wonderful I have.
If you’ve read this far and have the chance to be with your parents freely and fully, cherish it, because having that opportunity makes you rich beyond measure.
Sending you all a big, warm hug.
Hope
Foto/Photo by: @esperanzalandia
Edición de Fotos/Photo Editing by: @esperanzalandia
Emojic diseñados en la app / Emojic designed in the app Bitmoji
Diseño de portada / Cover Design by Canva
Traducido con/ Translated with: Deepl
Las imágenes y el video son cortesía de mi hermano Noel Alejandro Pérez / The images and video are courtesy of my brother Noel Alejandro Pérez
Hoy me agradezco por los miedos que vencí aún con las piernas y el alma rota. Esperanza
Today I thank myself for the fears I overcame even with broken legs and soul. Hope
▶️ 3Speak
Que alegría por ti amiga. Me alegra que este momento haya sido mágico a pesar de todas las adversidades y nervios más bien el miedo que tenías contigo. Un abrazo
Hola hermosa, si así mismo el miedo era mío porque el viaje fue hermoso fue un trabajar mi propio miedo a lo desconocido. Gracias por tu comentario
I haven't seen your post for a while, glad to know you have met with your parents, I'm supper excited for you
Yes, I have been missing a bit because of the trip and because I was with my parents, but little by little I am returning. Thank you for always being there.
si he estado un poco desaparecida por el viaje y por estar con mis padres pero de a poco estoy regresando. Gracias por siempre estar.
Please enjoy every moment with your family,, those moments are priceless
que lindo, yo me reencontré con mi hermano despues de 7 años y fue muy hermoso, te entiendo.
Hola hermosa, que lindo reencuentro. Te abrazo fuerte
Hola Esperanza! Me alegra mucho en reencuentro con tus padres, y entiendo perfectamente todas las emociones y sentimientos encontrados que tuviste, me pasó lo mismo cuando vi a mi familia y apenas tenía casi 3 años sin verlos pero para mi eso fue una eternidad
Disculpa la pregunta, viajaste hasta México? Y no te pidieron visa siendo venezolana?
Hola hermosa, que lindo mensaje, gracias por tu palabras, estar lejos de nuestras familia siempre es una eternidad. Si para venir a México me pidieron visa, a mi me la dieron por 10 años.