Un Almuerzo días después del duelo...

Hola amigos de #hive y especialmente a esta querida comunidad que nos une como familia.

Tras la muerte de mi hija, aquel 23 de mayo del presente año, unos días después, decidí con mis hijas salir, una a despejar la mente, por otro lado, hacer unas deligencias y por último, comprarles un par de zapatos de Basquetbol a mis dos hijas, para que retomaran sus prácticas y volvieran con todo al mundo del deporte y a su verdadera pasión, que por una u otra razón, dejaron de practicar el mismo.

Aquel día estuvo lleno de infinitas emociones encontradas, tuve que en medio del dolor sonreir porque si, no podía llorar, no podía hacerlo, debía estar en el presente con mis hijas, para que ellas se sintieran apoyadas, con fuerza, optimismo y mantener una aptitud positiva de la vida, aunque queramos o no, el reloj no se detiene, la vida sigue...

Ese día amaneció espléndido, el sol estaba radiante, pues mis dos hijas Valeria y Valery, tomamos el rumbo de Mariguitar a Cumaná, específicamente, fuimos a Ciudad Traky, después de hacer todas las deligencias, decidimos almorzar, y entramos al Supermercado que queda allí, en nivel planta, todo nos quedó en ese nivel, no tuvimos que pasar dificultades, ni nada fue una bendición...

Pedimos un pollo a la brasa, era un combo acompañado de ensalada, salsas y arepitas, adicional pedimos un ración de papas fritas, y valeria pidió una torta de chocolate, propicio, lo que Le gustaba a Valentina...

Era un símbolo de dulzura y alegría. Al deleitarnos, el sabor produjo infinitos recuerdos, era un dulce eco de su presencia en nuestras vidas, traspasando toda barrera dimensional...

Mientras cada bocado surgía, conversamos un poco, fluyendo todo, las aguas se sentían turbias, pero poco a poco, todo se fue un poco normalizando, casi que el dolor por un momento se desvaneció, al sentir su presencia entre nosotras, todo irradiaba de amor, melancolía y recuerdos eternos...

Después del almuerzo, decidimos dar un paseo por los alrededores del centro comercial. Mientras íbamos dando los pasos, nos mirábamos en silencio y sin decirnos nada de vez en cuando, se sentía esa brisa entre nosotras, que nos llenaba de nostalgia, pensando que era Valentina quién nos acompañaba, pero ciertamente si, ella sigue entre nosotras, viviendo en cada momento nuestro y habitando cada uno de nuestros corazones...

Salimos del centro comercial, y el cielo se pintaba de infinitos colores, ya estaba cayendo la tarde, eran tonos rosa y naranja, y el azul del cielo que hacía el matiz perfecto, parecía que el cielo estaba de fiesta, rindiendo homenaje a mi princesa...

Pues ese día se me olvidó tomar muchas fotos, en verdad no estaba de ánimo, ni ganas, inclusos mis hijas no querían fotos, solo tomé esas tres para recordar ese momento e inmortalizarlo en el tiempo...

En ese preciso instante comprendí, que aunque el camino del duelo es un trago amargo, que nos embarga y nos ciega, cada recuerdo, cada risa y cada lagrima se entrelaza para crear un mágico universo lleno de vida, de esperanza y para seguir adelante...

Regresamos con el corazón un poquito más ligero, más desahogado, entendiendo que aunque Valentina no estuviera con nosotros físicamente, su presencia y esencia siempre nos acompaño.

A lo que el Almuerzo se convirtió especie de un compartir, para recordar todos esos momentos vividos acá en la tierra, fue como un ritual, que nos ayudará al proceso de sanación y aceptación de sus triste partida, donde el dolor, las lágrimas, la tristeza y esos sentimientos todos se reencontraron, manteniendo la Fe, Esperanza y el Amor de Dios entre nosotros para seguir adelante...

ENGLISH

A Lunch days after the duel...

Hello friends of #hive and especially to this dear community that unites us as a family.

After the death of my daughter, on May 23rd of this year, a few days later, I decided to go out with my daughters, one to clear my mind, on the other hand, to do some errands and finally, to buy a pair of basketball shoes for my two daughters, so that they could resume their practices and return to the world of sports and their true passion, which for one reason or another, they stopped practicing it.

That day was full of infinite mixed emotions, I had to smile in the midst of the pain because I could not cry, I could not do it, I had to be in the present with my daughters, so that they would feel supported, with strength, optimism and maintain a positive attitude towards life, whether we want to or not, the clock does not stop, life goes on ....

That day dawned splendid, the sun was shining, so my two daughters Valeria and Valery, we took the road from Mariguitar to Cumana, specifically, we went to Ciudad Traky, after making all the deligences, we decided to have lunch, and we went to the Supermarket that is there, on the ground level, everything was at that level, we did not have to go through difficulties, or anything was a blessing ....

We ordered a grilled chicken, it was a combo with salad, sauces and arepitas, we also ordered a portion of french fries, and valeria ordered a chocolate cake, which was propitious, what Valentina Liked...

It was a symbol of sweetness and joy. As we indulged, the taste produced infinite memories, it was a sweet echo of its presence in our lives, crossing all dimensional barriers....

As each bite emerged, we talked a little, everything flowed, the waters felt murky, but little by little, everything was a little normalized, almost that the pain for a moment vanished, as we felt his presence between us, everything radiated with love, melancholy and eternal memories...

After lunch, we decided to take a walk around the mall. While we were taking our steps, we looked at each other in silence and without saying anything from time to time, we felt that breeze between us, which filled us with nostalgia, thinking that it was Valentina who accompanied us, but certainly yes, she is still among us, living in every moment of ours and inhabiting each of our hearts ...

We left the mall, and the sky was painted with infinite colors, the afternoon was already falling, they were pink and orange tones, and the blue of the sky that made the perfect shade, it seemed that the sky was celebrating, paying tribute to my princess...

Well, that day I forgot to take many pictures, I really was not in the mood, nor did I feel like it, even my daughters did not want pictures, I only took those three to remember that moment and immortalize it in time....

At that precise moment I understood that although the path of grief is a bitter pill that overwhelms and blinds us, each memory, each laugh and each tear is intertwined to create a magical universe full of life, hope and to move forward...

We returned with our hearts a little lighter, more relieved, understanding that although Valentina was not with us physically, her presence and essence was always with us.

The lunch became a kind of sharing, to remember all those moments lived here on earth, it was like a ritual, which will help us in the process of healing and acceptance of her sad departure, where the pain, tears, sadness and those feelings all met again, keeping the Faith, Hope and Love of God among us to move forward...

 Todos los derechos reservados de Autor.
 Maleida Marcano/@maleidamarcano.
 Las Fotografías son de mi exclusiva propiedad, de mi álbum familiar y fueron tomadas por mi teléfono mi Honor X6 Plus.

 All rights reserved Author.
 Maleida Marcano/@maleidamarcano.
 The Pictures are my exclusive property, from my family album and were taken by my phone my Honor X6 Plus.

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