Estas generaciones venezolanas han tenido que enfrentarse a tantas cosas fuertes con los procesos migratorios. Irse obligado y dejar todo lo que amas y te gusta es un gran reto, pero los que quedan, cada vez con menos miembros importantes de su vida cerca, padecen de esta triste realidad. Entiendo muy bien la emoción, las lagrimas y el miedo a la incertidumbre de no verse, busca un huequito y aprovecha de sacarle otra visita jajaja seguro que lo disfrutarás.
Estamos trabajando en ese segundo encuentro jajaja, aunque cuesta un poco en medio de tanto trabajo y ser de ciudades distintas, pero el amor lo puede todo. Muchas gracias Nina, es grato saludarte...