Buenas tardes mis queridos amigos de Hive, un fraternal saludo y un abrazo para todos. Hoy les cuento, que por allá… hace bastante tiempo, en julio del año 1999, me escapé a Puerto Ordaz y me deleité en el Parque La Llovizna con el río Caroní y terminé en el río Orinoco.
Parque la Llovizna
Trabajando en una importante empresa venezolana, con sólo 3 años de creada, había mucho trabajo porque se estaba llevando a cabo un proceso de estructuración administrativa, simultáneamente con la prestación del servicio; esta parte operativa de la empresa también estaba en etapa de formulación de planes para organizarla y en algunos años lograr la consolidación de esta importante empresa.
Es así, como la presión y el estrés de las exigencias del trabajo generaban un batallar diario agotador, pero las responsabilidades y el entusiasmo por lograr el avance en las propuestas, hacían que los trabajadores realizaran trabajos sobrehumanos, sobre todo, para quienes teníamos la responsabilidad de dirigir los proyectos.
Era el pensar, idear, planificar, coordinar, evaluar, presentar informes y otras actividades que me hacían explotar la cabeza y en una de esas reuniones, que eran sumamente largas y a veces resultaban infructuosas, realizadas en la ciudad de Caracas, me di cuenta que tenía que replantear algunos aspectos del proyecto, pero no sabía cómo empezar, no tenía ni la más mínima idea de qué y cómo hacerlo, mi mente era un enredo total, ya era viernes y la nueva propuesta sería presentada para la semana entrante, lo que añadía todavía más presión a mi pobre cabecita.
Ese viernes por la tarde, recibí una llamada de mi mejor amigo de la Universidad, quien, como por telepatía, presentía la angustia de trabajo que estaba pasando y me invitó a la ciudad de Puerto Ordaz, invitación que acepté inmediatamente y sin pensar ya estaba montada en el avión; sólo necesitaba escapar de aquel caos laboral en el que me encontraba.
En el Parque la Llovizna
Así fue como aterricé en el Parque Nacional Cachamay y en el Parque la Llovizna, un verdadero paraíso con una belleza impresionante, esas caídas de agua con un ruido antiestrés que arrullaban mis oídos y las finas gotitas que el viento dulcemente traía hasta mi cara era lo más relajante que había sentido en mi vida.
Feliz disfrutando del paisaje
El encargado del puente coordinaba cómo iban a pasar las personas, no podía superar, en ningún tramo, el peso máximo que soportaba el puente, así mismo informaba sobre una tragedia ocurrida en el año 1964, donde se excedió el peso del puente ocasionando su caída y con ella, la muerte de unos 30 maestros; al escuchar esta tragedia yo quería salir corriendo pero en sentido contrario, devolverme y no pasar ese puente, pero la adrenalina del momento y la emoción me embargaban y me puse muy valiente y; por supuesto, siguiendo las instrucciones y previsiones impartidas, lo logré.
Fue como caminar en el cielo, y abajo, en la profundidad, el río arremolinado y con sus fuertes corrientes que chocaban con las grandes rocas que desde el puente se veían pequeñitas. Por obvias razones no me saqué mi respectiva foto en el puente.
Puerto de la ciudad de San Félix, Estado Bolívar
Siguiendo con esta escapada, fui hasta el embarcadero de la “Chalana” que cruza el río Orinoco desde el Estado Bolívar hasta el Estado Monagas, en la ciudad de San Félix.
En el río Orinoco
La inmensidad y majestuosidad del río Orinoco es deslumbrante, durante el viaje en la “Chalana” pude observar cómo se unía el río Caroní con el río Orinoco, un espectáculo de la naturaleza sin precedentes, el Caroní con sus aguas negruzcas en contraste perfecto con las aguas amarillentas del Orinoco.
Una piedra gigante en medio del río Orinoco
Rivera del río Orinoco
Un paisaje maravilloso fue el contemplar una enorme piedra, que parecía una isla solitaria de una película de cine, en medio de las profundas aguas del inmenso río Orinoco y ver cómo en su rivera se formaba una playa, con olas y todo, bellísimo.
Así terminó mi escapada de fin de semana, pero fue un viaje de mucha emoción, de conocer lugares a los cuales nunca había ido y descubrir con asombro las maravillas de la naturaleza y una de esas, la tenemos en nuestro amado país Venezuela.
Para finalizar, les cuento que mi mente se despejó, se desestresó y descansó, dando paso a la creatividad y pensamientos ordenados que derivaron en una mejora del proyecto de trabajo que superó las expectativas de la empresa.
Las fotografías pertenecen al autor
ESCAPE TO PARADISE
Port of the city of San Felix, Bolivar State.
Good afternoon my dear friends of Hive, a fraternal greeting and a hug for all. Today I tell you, that over there... quite some time ago, in July 1999, I escaped to Puerto Ordaz and I was delighted in La Llovizna Park with the Caroni River and ended up in the Orinoco River.
La Llovizna Park
Working in an important Venezuelan company, with only 3 years of created, there was a lot of work because a process of administrative structuring was being carried out, simultaneously with the provision of the service; this operative part of the company was also in stage of formulation of plans to organize it and in some years to achieve the consolidation of this important company.
Thus, the pressure and stress of the work demands generated an exhausting daily battle, but the responsibilities and enthusiasm to achieve progress in the proposals, made the workers perform superhuman jobs, especially for those of us who had the responsibility of directing the projects.
It was the thinking, devising, planning, coordinating, evaluating, reporting and other activities that made my head explode and in one of those meetings, which were extremely long and sometimes fruitless, held in the city of Caracas, I realized that I had to rethink some aspects of the project, but I did not know how to start, I had no idea of what and how to do it, my mind was a total mess, it was already Friday and the new proposal would be submitted for next week, which added even more pressure to my poor little head.
That Friday afternoon, I received a call from my best friend at the University, who, as if by telepathy, sensed the work anguish I was going through and invited me to the city of Puerto Ordaz, an invitation I accepted immediately and without thinking I was already on the plane; I just needed to escape from that work chaos in which I found myself.
In La Llovizna Park
That's how I landed in Cachamay National Park and La Llovizna Park, a true paradise with breathtaking beauty, those waterfalls with an anti-stress noise that lulled my ears and the fine droplets that the wind sweetly brought to my face was the most relaxing thing I had ever felt in my life.
Happy enjoying the scenery
All the stress and tiredness of the week disappeared thanks to this getaway; here I went over the suspension bridge that crosses the Caroni river and is quite high, it was scary to cross it, but it was a unique opportunity that presented itself to me.
The person in charge of the bridge was coordinating how people were going to pass, he could not exceed, in any section, the maximum weight supported by the bridge, he also informed about a tragedy that occurred in 1964, where the weight of the bridge was exceeded causing its fall and with it, the death of about 30 teachers; when I heard this tragedy I wanted to run away but in the opposite direction, to return and not pass that bridge, but the adrenaline of the moment and the emotion overwhelmed me and I got very brave and; of course, following the instructions and forecasts given, I made it.
It was like walking in the sky, and below, in the depths, the swirling river with its strong currents that collided with the big rocks that looked tiny from the bridge. For obvious reasons I did not take my picture on the bridge.
Continuing with this getaway, I went to the "Chalana" wharf that crosses the Orinoco River from Bolivar State to Monagas State, in the city of San Felix.
On the Orinoco River
The immensity and majesty of the Orinoco River is dazzling, during the trip in the "Chalana" I could observe how the Caroní River joined the Orinoco River, an unprecedented spectacle of nature, the Caroní with its blackish waters in perfect contrast with the yellowish waters of the Orinoco.
A giant stone in the middle of the Orinoco River
banks of the Orinoco River
A wonderful landscape was to contemplate a huge stone, which looked like a lonely island of a movie, in the middle of the deep waters of the immense Orinoco River and see how on its banks a beach was formed, with waves and everything, beautiful.
Thus ended my weekend getaway, but it was a trip of great excitement, to know places I had never been and discover with amazement the wonders of nature and one of those, we have it in our beloved country Venezuela.
Finally, I tell you that my mind cleared, de-stressed and rested, giving way to creativity and orderly thoughts that led to an improvement of the work project that exceeded the expectations of the company.
The photographs belong to the author
Posted Using InLeo Alpha
Hermoso😁
Así es nuestro país, hermoso!!!
Que bello lugar, realmente nuestro país tiene sitios maravillosos que no alcanzo en conocer. Que bueno que haya podido disfrutar de tan espectacular lugar, relajarse, desestresarse y descansar. Saludos!
Sí amiga, un lugar fabuloso para despejar la mente 🥰 Saludos y gracias.
Hola amiga, qué bueno que pudiste desestresarte y en segundo lugar la oportunidad que tuviste de conocer estos sitios tan hermoso que tiene venezuela y que todavía no los conocemos.
En mi caso conozco el parque la llovizna y es hermoso pero los demás sitio del estado Bolívar no los conozco y tiene paisajes hermosos.
Saludos
Hola, el Orinoco es una belleza, estar allí es una experiencia única.