Muerte y resurrección. Términos, que aunque parecen exagerados, perfectamente se sienten muy dentro del corazón de unos padres que han levantado a sus hijos con ese amor que también es extremadamente hermoso. En nosotros los venezolanos ha habido un nuevo estilo de vida, forzado. Antes, cuando un venezolano llegaba a otros países, era recibido hasta con honores, porque éramos de esos turistas que no les importaba gastar ese dinero, que producto de su bien merecido trabajo se ganaba para irse a vacacionar. Hoy todo cambio, pero el amor de los padres, ese amor de familia no se ha roto, se ha distanciado. Nos toca ahora aprender a vivir con esto. Continuemos con el sueño del nuevo despertar de nuestra tierra. Tal vez en algún momento podamos recuperarla. No sé, si se unirán de nuevo a las familias, pero será lo que más nos convenga y depare Dios. Saludos y cariños amigos. 🤗
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Amén
Agradecido..!