VIVIENDO EN QUIETUD
Cuán difícil es para un niño estar quieto. Ellos necesitan, por lo general, estar en movimiento porque tienen mucha energía. Hay unos muy terribles, que además que les cuesta estar tranquilos hacen cosas tremendas. Nosotros los seres humanos nos cuesta estar quietos ante algunas situaciones. Muchas veces sin hacer ningún movimiento físico, nuestra mente se va de un lado a otro. Los pensamientos van y vienen. Qué difícil es estar quietos ante alguna situación que estemos viviendo. Por eso es necesario aprender estar en quietud en momentos tranquilos de la vida. Porque en momentos turbulentos es difícil aprender a andar en quietud.
La Palabra de Dios nos invita a estar quietos. El pueblo de Dios estaba viviendo guerra de los pueblos extranjeros, allí Dios les dice que se queden quieto y que conozcan que Él es Dios. Hoy el Señor te invita a que estés quieto, el nombre del mensaje de hoy es: “VIVIENDO EN QUIETUD”, estemos leyendo Sal. 46: 10. Veamos en primer lugar:
I.- LO QUE IMPIDE TU QUIETUD.
Hay cosas en tu vida que impiden que tengas paz, quietud en tu vida. Ante situaciones en tu vida que estás pasando: como algún problema, inseguridad en el futuro, necesidad económica, de afecto, se dañó en vehículo, vas mal en los estudios, el dinero no te alcanza, cada día todo te sale mal. Todas estas cosas hacen que tu vida sea una verdadera turbulencia, si no estás preparado. Vamos a analizar algunas cosas que te generan inquietud:
I.1. Preocupación:
Ocupas la mente, los pensamientos en algunas cosas que te causan inquietud. En Mt. 6: 25, la palabra “afán” se refiere a la preocupación por cosas que causan ansiedad, tensión, presión. ¿Qué más puede traerle al ser humano preocupación, si sus necesidades de alimento y vestidos no están cubiertas? Eso es una verdadera preocupación para una madre de familia o para cualquier otra persona. ¿por qué cosas estás preocupado hoy? ¿en qué ocupas tu mente y pensamientos? La preocupación es un enemigo de la quietud. Si eres un hijo de Dios, hay que dejar toda preocupación y ansiedades a un lado y confiar en Dios.
I.2.- Afán:
El afán es el trabajo excesivo, desviando el objetivo real de la vida. En muchos casos se convierte en el afán por el dinero. Marta, hermana de María se afanaba por servir a Jesús Lc. 10: 41, esto hizo que Marta perdiera el objetivo por el cual estaba luchando, trabajando. María escuchaba a Jesús, Marta trabajaba como una loca. El trabajo excesivo en dirección desviada lo que trae es cansancio. Marta perdió la mejor parte, por el afán. ¿Cuantas veces usted no pierde una oportunidad, por el afán?
I.3.- Miedo, Temor:
Ante algo desconocido, el ser humano le da miedo, temor. Lo primero que hay que hacer es reconocer que tienes miedo, pero que avanzas a lo desconocido. Sólo con la ayuda de Dios puede vencerlo. Puedes alcanzar nuevas experiencias. Porque el miedo paraliza Lc. 19: 21. Este hombre no invirtió el dinero recibido, si lo colocó en el banco, lo guardó y no obtuvo ningún beneficio. La inseguridad, y por lo tanto no tenía la certeza generando el miedo. ¿tienes temor, miedo en estos momentos, por alguna situación que estés pasando?
I.4.- Impaciencia:
el que tiene prisa por resolver sus asuntos, se vuelve impaciente. No se somete a Dios, si no que quiere resolverlo a su manera. Esto trae gran turbulencia e inquietud a la vida de esa persona. Jonás desobedeció a Dios y quiso hacer lo que a él le parecía mejor, el resultado, estuvo al borde de la muerte. La impaciencia es uno de los elementos que trae a tu vida inquietud ¿Tú eres impaciente? O te gusta esperar lo que Dios tiene para ti. Ahora veamos algunos elementos que traen a tu vida quietud:
II.- LO QUE HACES QUE TENGAS QUIETUD:
Hay cosas que hacen que tu vida esté en quietud, a pesar de la turbulencia externa. Puedo relacionar la quietud con la paz que te da el Señor. Los discípulos de Jesús estaban viviendo un momento difícil para ellos, el mar embravecido, a punto de colapsar la barca, ellos preocupados, con temor; Jesús dormía. Qué gran diferencia. Después de un tiempo, hubo una gran bonanza (quietud). En medio de la turbulencia de la vida ¿Te gustaría estar como los discípulos o como Jesús? Veamos algunos elementos que te ayudarán a tener quietud, en medio de las olas embravecidas de la vida:
II.1.- Entender que no es con tus fuerzas:
Es decir, hay que someterse a Dios. Cuando entiendas que tú n puedes hacer nada y te sometes a lo que Dios hará, esto traerá paz para tu vida, Fil. 4: 6-7, sólo Dios te dará esa paz sobrenatural. Para el mundo esto no puede ser, para los hijos de Dios es una promesa y una realidad cuando decidas que Dios inunda tu vida de su paz. La confianza en los cuidados y provisión de Dios invaden tu vida de quietud, en medio de ese mar embravecido. No importa lo difícil que sea la situación, si confías en Dios te dará quietud.
II.2.- Esperar en Dios:
Para el ser humano esperar, trae impaciencia, desespero. Pero debes aprender a esperar en Dios. Es muy difícil, pero hay que hacerlo.
Cuando quieras tomar tú las rendas del problema, piensa que el Señor te dice en Is. 40:31, que Él te dará esas fuerzas para seguir aguantando y esperando en Él. No hay que desmayar, sino esperar pacientemente en ese Dios que te promete quietud, paz en medio de las tribulaciones.
II.3.- Escoger la quietud:
Cuando Jesús llegó a la casa de María y Marta Lc. 10: 41-42, Marta decidió afanarse, quizás angustiarse. María escogió la quietud, la paz, escuchar las palabras de Jesús. Eso es lo mejor, escoge escuchar a Jesús. Estar con Él a sus pies. La mayor quietud la debe producir Jesucristo en nuestras vidas. Como humanos nos preocupamos, afanamos; pero luego eso debe ser dejado a un lado y descansar en Jesús. Al darte una noticia de una enfermedad grave en tu vida, por ejemplo, eso puede trastornar tu vida y causar turbulencia en el momento, pero luego hay que recapacitar y escoger la paz, la quietud en Dios. Marta hizo lo contrario, lo que normalmente hacemos nosotros, María escogió la mejor parte.
II.4.- Entender que todo es para bien:
A veces vemos como que todo se derrumba, y te afanas, preocupas; pero eso no te da la solución. Las decisiones tomadas con angustia y preocupación no son las mejores. Si tú entiendes que todo lo que te está pasando es porque Dios desea formarte y mañana saldrá el sol, eso te dará quietud, tranquilidad a tu vida. Si estás en la dirección de Dios, pase lo que pase eso será para bien, hasta la muerte resulta para bien, si es Dios el que lo permite. Pero es necesario que estés convencido que todas las cosas que el Señor permite es para tu bien. Debes estar tranquilo en medio de la peor tormenta en tu vida.
Esta quietud se hace efectiva al:
III.- CONOCER A DIOS:
Cuando un niño ve a sus padres, él tiene confianza en ellos, y no le da temor. Si tiene que lanzarse de un lado a otro para buscar los brazos de sus padres, lo hace. Porque él conoce y sabe que sus padres quieren lo mejor para él. Después que crecen eso no sucede. Así debe ser nuestra vida con Dios que es nuestro Padre, pero es necesario que le conozcas, veamos algunos tips que te ayudarán a conocer más a Dios:
III.1.- Compartir con Él:
Sabiendo que Él está presente en tu vida, a través del Espíritu Santo. En algunos casos habló a solas mientras camino con Él. Salir a pasear con Él, caminar con Él en la plaza, en una carretera o simplemente contemplando el cielo y hablando con Él.
Así como los novios dedican tiempo para conocerse y estar juntos porque se enamoran, así debes hacer con Dios, pero ese primer amor no debe pasar. ¿Qué te parece si decides en la semana, un día caminar con Dios durante 20 minutos y compartir con Él? El tomarte una taza de café y compartir con Él, es tomarlo en cuenta y lo vas a ir conociendo más. Dedica estar a solas con Dios, pero en un sitio diferente. Trata a Dios como una persona que es. No lo veas allá en el cielo, ten presente que Él está contigo.
III.2.- Leyendo de Él:
Uno aprende de los personajes antiguos leyendo y escuchando de ellos, sus proezas y hechos importantes. Así mismo aprendes de Dios, al leer de Él. Todo lo que necesitas saber de Él se encuentra en la Biblia, así que allí tienes para leer y conocerlo. A medida que lees más, le conocerás mejor.
III.3.- Reconociendo como el único Dios verdadero:
Esto te dará paz. Si tienes tu fe puesta en Él, recibirás la bendición de Él. Si colocas tu fe en otros dioses, tendrás una ida vacía. Reconociéndolo a Él, se hace efectivo lo que dice en el Sal. 49: 10b, será exaltado entre las naciones. Sólo Él es verdadero Dios, por lo tanto, debes reconocer como tal. Nuestro Dios es un Dios Todopoderoso, omnipresente, omnisciente. El experimentar su poder y su bendición en tu vida, te ayuda a conocerlo más. Es necesario conocer a Dios más y más. No es una pared, no es un muñeco. Es el Rey de Reyes y Señor de Señores. Creador de todo el universo.
LA ENSEÑANZA PARA TI HOY:
- Reconocer que hay cosas que impiden tu quietud: Preocupación, Afán, Miedo o temor e impaciencia.
- Hay cosas que te ayudarán a tener quietud en medio de la tormenta: Entender que no es con tus fuerzas que vas a resolver cualquier situación, esperar en Dios, decidir escoger la quietud y entender que todo es para bien.
- Debes conocer a Dios: Compartiendo con Él, Leyendo de Él y reconociéndolo como el único Dios verdadero.
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