Hola lectores. ¿Cómo van?
Ha sido una semana en la que poco a poco hemos arrancado con las actividades, y al mismo tiempo, en mi país, una semana llena de tensión y zozobra. Para nadie es un secreto que Venezuela vive momentos muy tensos que hacen que uno pierda la esperanza.
Pero no hay que rendirse ni dejarse llevar por el pesimismo. Los tiempos cambian y a medida que va pasando, las cosas irán poniéndose en su justo lugar. Sin embargo, hay una pregunta que me he estado haciendo desde hace un tiempo y es que ¿Qué hace que los hombres se sostengan en el poder? ¿Qué los motiva?
Una respuesta sencilla y hasta simplista es la egolatría, el culto a la personalidad y la construcción de todo un sistema de símbolos que atrapa a la gente. Eso y las drogas.
No es una afirmación banal. Bien es sabido que la droga mueve mucha plata y que muchos políticos están involucrados en su comercio y distribución. Y esta idea me lleva a hablar del libro que estoy leyendo y que me tiene más enganchado que un pase de... mejor no lo diré para no herir susceptibilidades... jaja.
El asunto es que estoy leyendo un libro titulado El gran delirio. Hitler, drogas y el III Reich, de Norman Ohler. Escritor, periodista y divulgador alemán, Ohler se ha especializado en investigar la relación entre las sustancias y el poder o su influencia en la sociedad. En este caso en particular, el libro trata de cómo el tercer Reich se mantuvo a punto de fármacos y otras drogas, y en especial, cómo Hitler logró mantenerse en el poder gracias a los medicamentos que le suministraba su médico de cabecera.
Es una demostración sobre la lucha del poder, de mantener la hegemonía suprema y lograr los objetivos a través, y por medio de, los fármacos. Analizar esto, y verlo así, de forma somera, "por encimita" como dicen en mi tierra, revela una realidad que predomina hasta hoy y de la que tal vez uno no se ha dado cuenta: El Gran Negocio y cómo muchos lideres, sobre todo autoritarios, se aferran a ese gran huevo de oro.
Es triste ver cómo la sociedad entra en una decadencia raudal porque a ellos, los gobernantes, les conviene. Por eso la mal llamada lucha contra las drogas no funciona, porque en muchos casos son ellos, los políticos, quienes las suministran.
Esto me hace pensar en un dicho o proverbio biblico: "El hombre ha dominado al hombre para su propio mal". Y sí, cito de la Biblia porque este pasaje retrata muy bien las condiciones que vive la Humanidad bajo los gobiernos. Sé que me estoy metiendo en un terreno escabroso, pero si las cosas siguen así, puede que no haya esperanza.
El consuelo que me queda es que en realidad sí la hay, pero no será por parte de ningún ser humano. Ahora bien, ¿qué podemos hacer? Hablar de este tema. Hablar con los jóvenes -nuestros hijos, sobrinos, alumnos, vecinos- del daño que produce consumir estas cosas, del peligro que corren si llegan a dejarse llevar por el consumo.
La prevención es importante. Podemos hacer algo para ayudar y salvaguardar a los nuestros, y la información es vital. ¿Quién lo diría? Drogas y política, dos socios que se dan la mano, y debajo de ellos, millones de muertos a causa de sus intereses.
¿Y ustedes, qué piensan de este tema? Dejen sus comentarios. Y les recomiendo leer El gran delirio, es un libro que abre muchas puertas a ese mal llamado III Reich desde una perspectiva muy poco vista.
Cuídense, y nos seguimos leyendo.
English version
Hello readers, how are you doing?
It has been a week in which little by little we have started with the activities, and at the same time, in my country, a week full of tension and anxiety. It is no secret that Venezuela is going through very tense times that make you lose hope.
But we must not give up or let ourselves be carried away by pessimism. Times change and as time goes by, things will fall into place. However, there is a question I have been asking myself for some time now and that is, what makes men hold on to power? What motivates them?
A simple and even simplistic answer is egomania, the cult of personality and the construction of a whole system of symbols that traps people. That and drugs.
This is not a banal statement. It is well known that drugs move a lot of money and that many politicians are involved in its trade and distribution. And this idea leads me to talk about the book I am reading and that has me more hooked than a pass of.... I'd better not say it to avoid hurting susceptibilities... haha.
The thing is, I'm reading a book entitled Blitzed: Drugs in Nazi Germany, by Norman Ohler. A German writer, journalist and popularizer, Ohler has specialized in investigating the relationship between substances and power or their influence on society. In this particular case, the book deals with how the Third Reich was kept on the verge of narcotics and other drugs, and in particular, how Hitler managed to stay in power thanks to the drugs supplied to him by his family doctor.
It is a demonstration about the struggle of power, of maintaining supreme hegemony and achieving one's goals through, and by means of, drugs. Analyzing this, and looking at it this way, in a cursory manner, “por encimita” as they say in my land, reveals a reality that prevails to this day and of which perhaps one has not realized: The Big Business and how many leaders, especially authoritarian ones, cling to that big golden egg.
It is sad to see how society enters into a raudal decadence because it is convenient for them, the rulers. That is why the ill-named fight against drugs does not work, because in many cases it is they, the politicians, who supply them.
This makes me think of a biblical saying or proverb: “Man has mastered man for his own evil”. And yes, I quote from the Bible because this passage portrays very well the conditions that Humanity lives under governments. I know I'm getting into rough territory, but if things continue this way, there may be no hope.
The comfort I have is that there really is, but it will not be on the part of any human being. Now, what can we do? Talk about this issue. Talk to young people - our children, nieces, nephews, students, neighbors - about the harm of using these things, about the danger they run if they get carried away with using.
Prevention is important. We can do something to help and safeguard our own, and information is vital. Who knew? Drugs and politics, two partners that go hand in hand, and underneath them, millions of dead because of their interests.
What do you think about this issue? Leave your comments. And I recommend you to read Blized, it is a book that opens many doors to that evil called III Reich from a very little seen perspective.
Take care, and we'll keep reading.