En efecto, cuando las tormentas llegan es cuando nos podemos conocer realmente, porque ante los vientos ligeros todas las aves vuelan, cuando el tiempo amaina y el viento se vuelve violento pocas son las que quedan surcando el cielo, pero cuando hay tormentas y todo parece imposible es allí donde solo las águilas vuelan.
Pero ser ave de altos vuelos no es patrimonio de algunos privilegiados, todos nacemos siendo águilas y aunque a veces somos criados como aves de corral ¡en nuestro corazón esta sembrada la semilla de la grandeza!
¡Despliega tus alas!
Gracias por el post Omar.
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