Y qué si me gustan tus ojos color miel,
y que si me gustan tus labios rosados,
tu perfil, no denota la perfección, no mintamos. Pero mi ideal encaja perfectamente con tu descripción, quiero tenerte en mi brazos y lo lamento si no puedo describirte completamente, es que no sé escribir lo que significas para mí.
Yo no busco un razón para llamar tu atención, solo busco que me hagas un espacio en tu corazón y en el yo pueda habitar así como tú estás en el mío.
No busco un cuento de hadas, ni promesas en el viento,
solo anhelo compartir contigo, este momento.
Caminar juntos, vivir nuestras historias,
y escribir en el libro de la vida, nuestras memorias.
Tus ojos color miel, reflejo de alma pura,
son mi faro en la noche, mi guía segura.
Y tus labios, dulces como el nectar en la primavera,
son el eco de mis versos, la melodía sincera.
Así que, aquí me tienes, sin palabras exactas,
pero con un corazón que late en tus tramas.
No importa si no puedo describirte en plenitud,
porque en mi mundo, tú eres mi plenitud.
No busco grandezas, solo tu compañía,
en cada amanecer, en cada despedida.
Que este sentimiento crezca con el tiempo,
y que el universo sea nuestro fundamento.
Cada día contigo, un regalo divino,
cada sonrisa tuya, un rayo de sol fino.
En tu abrazo, mi refugio y mi hogar,
en tu mirada, encuentro mi lugar.
Así, juntos, en esta hermosa canción,
escribiremos el capítulo de nuestra pasión.
Mis palabras pueden no ser suficientes,
pero te prometo, amarte eternamente.