En un mundo paralelo la versión de nosotros mismos supuestamente seria lo contrario a lo que somos, un claro ejemplo sería; si en este mundo yo soy pacífica y me gusta la paz, en el otro sería agresiva con muchas ganas de batallar. En el año 2080 el científico Patrick Norman logró formar una especie de grieta en el entorno y pudo atravesarla; descubrió la puerta al mundo paralelo al nuestro, lo que hay atrás del espejo del cual nos reflejamos.
Hoy en día (2120), todos hemos atravesado dicha grieta y visitado al opuesto de nosotros. No todos se la han llevado muy bien con su versión de otro mundo.
En mi caso, yo soy una persona que no le gusta alardear de sus logros, prefiero mantener todo tranquilo a pesar de ser la hija del presidente y de que todos quieran mi atención. La versión de mí, siendo opuesta es una persona narcisista, pero a un nivel nada normal.
Si bien sabemos que las personas narcisistas son amantes de ellas mismas y buscan primeramente el bien propio, pues mi otra versión buscaba beneficiarse de ambos mundos tratando de construir un imperio nuevo, uno donde ella fuera la reina y todos los demás sus esclavos. Como hija del presidente será una de las elegidas para las próximas elecciones y tras sus mentiras y engaños logró convencer a muchas personas a través de un hipnotismo por medio de las redes de comunicación.
El narcisismo puede llegar a convertirse en horror cuando es exagerado, el amor propio normalmente tiene un límite del cual la mayoría sabemos, no es necesario que mencionen el límite que tiene.
Mi otra versión buscaba acabar con el libre albedrío y con todos los que no la adoraran. Como era mi otra yo, supuse que la que debía de acabar con esa hegemonía antes de que se convirtiera en un caos era yo, la única forma en la que podía derrotar su imperio creciente era cerrar la grieta del otro mundo; pero no sé si podré hacerlo sola, debo encontrar personas capaces de sacrificarse al igual que yo para salvar nuestro mundo.
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Autora:
@elsimarwrite
