Reciban un fuerte abrazo todos los amigos de Aliento . Espero se encuentren bien, cargados de las mejores energías que el universo les puede brindar. Hoy quiero compartir unas pequeñas líneas que escribí, después de superar unos momentos de depresión, que viví durante la convalecencia del Covid-19.
En nuestro hogar cinco familiares luchamos para sobrevivir, pero lamentablemente mi madre y un hermano menor no pudieron superar la terrible pandemia y nos queda transitar con lo mejor que nos legaron.
“Me impregnaste el alma con tu ser”
Nada más grato para mí, que poder trazar mis emociones en la textura de un papel. Pero bien saben ustedes que los pigmentos se diluyeron con el dolor que me embarga. Aun así vayan las presentes líneas de agradecimiento por el interés que mostraron por mis padres y para conmigo. Sé cuánto valen sus francas palabras, que se abren como portales, y hacen posible pernoctar y sentir el bálsamo cálido de familia, en un mes de marzo que no ha sido otra cosa que un infausto invierno.
Como es ya bien sabido, la mujer quien me permitió nacer se nos fue de manera imprevista, cuando aún le quedaba camino por recorrer, y apenas los surcos de la madurez empezaban a dejar sus improntas en la textura de su tez. Mucho hubiera deseado, que siguiera alentándonos el devenir familiar. Sin embargo, nada me hace sentir más orgulloso que haber tenido el privilegio de haberme formado en sus entrañas y podido navegar en las aguas que hacen burbujear los recuerdos más puros, en donde los ojos no necesitan estar abiertos para saber que me llevabas por buen camino. Demás está decir, que no me cabe la menor duda que encada contracción sentía la dicha de verme nacer para darme lo mejor de sí y velar celosamente de mi bienestar físico, material y espiritual.
Así pues, que de sus manos, tuve el privilegio de aprender a utilizar los primeros pigmentos y para aquel tiempo quien podía imaginar que despertaría en mí las constantes inquietudes por el arte y que de un modo u otro no siendo mujer de academia me enseñó a desarrollar mis diversas inteligencias. Entre muchas otras cosas, no sabría decir a ciencia cierta cuál fue la primera palabra que balbucearon mis labios, pero, les aseguro que de los suyos oí por primera vez mi nombre. Cuando me nutría de su amor y paulatinamente iba dándole forma a cada faceta de la vida y por ende ha hecho de mí, un ser agradecido con la madre.
¿Quién no ha compartido a lo largo de su vida las vivencias de su madre? Pues bien, es probable que me pregunten ¿quién fue mi madre? No me resultaría fácil responder, ya que no estoy seguro de poder explicar con mis torpes palabras su gran sensibilidad humana. Sin embargo, quienes tuvieron la oportunidad de compartir con ella, bien podrían describir las múltiples cualidades con que fue dotada y que siempre mantuvo al servicio de los demás necesitados. Ahora si me lo permiten, por decirlo de una manera que no descuide estética de la palabra. Diría que fue un diamante hermoso, tallado por la mano del arquitecto universal para irradiar alegría o tal vez fue un destello de luz, encarnado en una mujer sencilla que vivió sirviendo con un corazón oblativo.
De allí que podrá entonces decirse que cumplió su cometido y me basta con saber que siempre estarás ahí, cuidando de la familia desde otra dimensión. No podría haber tenido nunca una mejor mamá y el señor me concedió la dicha de tenerla. Gracias, infinitamente madre, por todas las buenas máximas que les dejaste a todos tus hijos. Apreciados hermanos, tal vez mis líneas permitan apaciguar el dolor de su duelo personal y lágrimas que transitan por sus rostros, se puedan esfumar dándole espacio a un ramillete de flores que esparce colores y olores para liberarnos del pesar.
Precisamente en este momento las imágenes que pueblan la memoria me han causado gran alegría con la franca sonrisa que nos regalaba mamá, Por todo ello, dejemos que florezca su sonrisa, ya que Dios mediante queda muchos días por venir para quedarnos con aquella manera suya de vivir sirviendo y descifrando diestramente los bemoles que se presentan en el acontecer.
No puedo terminar estas líneas de un modo más reconfortante que orar por todas las madres. Así pues, que me he tomado la libertad de hacerlo de un modo especial, por todas las madres de mis cordiales amigos y familiares que se encuentran con vida y las que ya partieron a otra dimensión. ¡Cuán grandes son nuestras madres!
- La ilustración la elabore con la técnica de la plumilla en tinta china sobre cartulina. La foto es tomada con mi cámara SONY, modelo: DSC-W560.
You impregnated my soul with your being ESP-ENG
Receive a big hug to all the friends of Alient . I hope you are well, charged with the best energies that the universe can give you. Today I want to share a few lines that I wrote, after overcoming some moments of depression, which I lived during the convalescence of Covid-19.
In our home five family members struggled to survive, but unfortunately my mother and a younger brother could not overcome the terrible pandemic and we are left to transit with the best that they bequeathed to us.
"You impregnated my soul with your being."
There is nothing more pleasing to me than to be able to trace my emotions on the texture of a piece of paper. But you well know that the pigments were diluted with the pain that overwhelms me. Even so, I would like to thank you for the interest you have shown in my parents and in me. I know how much your frank words are worth, which open like portals, and make it possible to spend the night and feel the warm balm of family, in a month of March that has been nothing more than an unfortunate winter.
As is already well known, the woman who allowed me to be born left us unexpectedly, when she still had a long way to go, and the furrows of maturity were just beginning to leave their marks on the texture of her complexion. I would have wished that she would have continued to encourage us in our family's future. However, nothing makes me feel prouder than to have had the privilege of having been formed in its entrails and to have been able to navigate in the waters that make the purest memories bubble, where the eyes do not need to be open to know that you were leading me on the right path. Needless to say, I have no doubt that with each contraction she felt the joy of seeing me being born to give me the best of herself and jealously watch over my physical, material and spiritual well-being.
So, from her hands, I had the privilege of learning to use the first pigments and at that time who could have imagined that she would awaken in me the constant restlessness for art and that in one way or another, not being a woman of academy, she taught me to develop my diverse intelligences. Among many other things, I could not say for sure what was the first word that my lips stammered, but I assure you that from hers I heard my name for the first time. When I was nourished by her love and gradually gave shape to every facet of life and therefore has made me, a being grateful to the mother.
Who has not shared their mother's experiences throughout their life? Well, you may ask me, who was my mother? It would not be easy for me to answer, as I am not sure I can explain with my clumsy words her great human sensitivity. However, those who had the opportunity to share with her could well describe the many qualities with which she was endowed and which she always kept at the service of others in need. Now if I may, to put it in a way that does not neglect the aesthetics of the word. I would say that she was a beautiful diamond, cut by the hand of the universal architect to radiate joy or perhaps she was a flash of light, embodied in a simple woman who lived serving with an oblative heart.
From there it can then be said that she did her job and it is enough for me to know that you will always be there, taking care of the family from another dimension. I could never have had a better mother and the Lord gave me the joy of having her. Thank you, infinitely mother, for all the good maxims you left to all your children. Dear brothers and sisters, perhaps my lines will allow to appease the pain of your personal grief and tears that run down your faces, may vanish giving space to a bouquet of flowers that spreads colors and scents to free us from sorrow.
Precisely at this moment the images that populate the memory have caused me great joy with the frank smile that Mom gave us. Therefore, let her smile bloom, because God willing there are many days to come to stay with her way of living, serving and skillfully deciphering the flats that arise in the events.
I cannot end these lines in a more comforting way than to pray for all mothers. So, I have taken the liberty of doing it in a special way, for all the mothers of my cordial friends and relatives who are still alive and those who have already departed to another dimension. How great are our mothers!
happening.
- The illustration was made with the nib technique in Indian ink on cardboard. The photo is taken with my SONY camera, model: DSC-W560..
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