Sin duda alguna, la paz mental no tiene precio. El antídoto contra esas brechas ingratas que nos alejan de nuestros seres queridos y de nuestro interior es el equilibrio.
Es tan fácil decirlo y muy difícil llevarlo a cabo. Sin embargo, hacer el esfuerzo, bien vale la pena.
Excelente reflexión 👏👏👏👏👏👏
Así es Abi, en la teoría parece sencillo, ponerlo en práctica es lo cuesta arriba, porque siempre creemos poder dominarlo, y no es tan cierto, muchas veces vamos dejando para después lo que se supone debería tener más valor para nosotros.
Yo me reprocho mucho esto, porque reincido una y otra vez. Solo cuando me choco de frente con el reproche, es que recapacito.
Gracias amiga, aprecio tu comentario.