[...Mi primera Catarsis. Espero que no me duela...]
Catarsis. Me gusta esa palabra. La escuché hace años en un taller de desarrollo humano. Había allí una dinámica llamada "catarsis" que consistía en que los participantes le cayeran a golpes a una almohada para descargar la rabia o el stress (o las baterías).
Un participante dijo:
—No estoy muy de acuerdo con esta dinámica, yo pienso que no está bien esto de caer algo a golpes. Antes bien debería enseñarse a resolver los problemas por la vía del amor...
La moderadora dijo:
—Me parece hermoso eso del amor, pero la catarsis la he practicado por años con buenos resultados y más de cuatro mil peregrinos satisfechos y agradecidos. Yo hablo de lo que conozco, no puedo hablar de lo que no conozco.
[...Pobrecita..., no conoce el amor...]
Pero es muy cierto eso de que no podemos hablar de lo que no conocemos. Cierta vez, vi un video (léase bien: un video) en donde se le preguntó al escritor Sir Arthur Conan Doyle cómo hacía él para lograr describir los razonamientos tan agudos y brillantes de su famoso personaje Sherlock Holmes.
Conan Doyle respodió:
—Es que yo no hablo de lo que supongo o de lo que adivino, hablo de lo que sé.
[...Pretencioso el viejito...]
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Mis hermanos me están ayudando a reparar mi carro que tiene cuatro años parado. Me han faltado recursos, pero tengo el mayor de los recursos: gente que me quiere.
Hace ya meses que vienen trabajando en mi carro. Se ha invertido allí tiempo y dinero. Hemos tenido retrasos tremendos porque mi hermano Chepeli cayó enfermo por COVID-19 y estuvo al borde de la muerte (ver aquí). Nos olvidamos del carro por medio año. Mi hermano está bastante bien ahorita, recién comenzó a trabajar de nuevo.
El carro ya corre, pero aún requiere algunos ajustes: 1) Hay un problema con el electro, el carro se recalienta. 2) El roncar del motor no es suficientemente sereno, probablemente requiere re-calibración de válvulas o simplemente hay que ponerle una bomba de gasolina nueva de paquete. Amanecerá y veremos.
Quien dirige los trabajos en mi carro es mi hermano menor, Freddy. Quien aporta los recursos es mi hermano mayor, Chepeli, y quien maneja los problemas eléctricos es mi hermano Cañaña, técnico electrónico.
Chepeli me dijo un día que probablemente al correr el carro se iban a ajustar algunos valores. Me recomendó que llenara un envase grande con agua y me llevara el carro para que le echara gasolina con mi cupo.
Así lo hice. Salí de Naricual, de la casa de mis padres y me detuve varias veces cuando se encendía el testigo de temperatura alta (la luz en el tablero que señala cuando hay un sobre-calentamiento). Llegué a la bomba, eché gasolina y regresé. Al llegar, mi hermano Freddy me echó un regaño y me dijo que ese carro no estaba todavía en condiciones de correrlo. Me dijo:
"Si quieres dañarlo, córrelo...
No. Mejor lo dejo en la casa, en Naricual.
Agrego fotos:
Pero espérate que esté bueno el carro chico... no queremos que se dañe más
Esperamos que pronto nos des la noticia que le echaste una buena carrera y respondió de maravilla...
Un abrazo amigo
Su post ha sido valorado por @goya
Grazie signori
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