Greetings, my dear friends of this community. Here I want to share a few words that I wrote as therapy to unload a little of the tiredness that this week has left me. Like the previous ones, these have been intense weeks, with a lot of work, errands and emotions that have left me overwhelmed, but have not stopped me.
Writing works for me as a therapeutic exercise because I let myself be carried away by the emotion of the moment, the words flow and flutter in my thoughts like bubbles that burst in these sentences that find a foothold here.
Many times I feel a strong energy inside me that I need to release and I get it in many ways. Sometimes singing a song, sometimes drawing the mandalas that I like so much, or writing. That's how I did it today. I have liberated myself by writing, I did my catharsis and I feel light, without weights on my shoulders.
Many of the things I write I keep them, I do not share them, maybe someday I can throw them to the wind, who knows. This time, after my catharsis of this day, I read this text that came from deep inside, without much effort and I leave it for the memory.
Today is Friday and the body knows it, yes, it knows it, but my body does not want to party. What my body wants, this first Friday of May, is to rest, rest and rest, after a very exhausting week. In these days, my life has been moving as if I were at a funfair, where I just decided to ride, not once, but several times, on the roller coaster.
A mountain of extremes, the highest and the fastest. The one that turns us upside down, that makes us laugh to the point of pain, that messes up our hair and makes us happy, that pushes us to cry with fear, but not the kind that paralyzes, but the kind that makes us react or shakes us. A roller coaster that turns our panorama upside down and makes us see life from another perspective. This is how I have been in the scarce five months of this year, but they have passed in the blink of an eye.
At times, I get off the roller coaster and think, where am I going now? I look around me, I see a lot of people, but I can't make out the faces of some of them. They are so far away or distant that I don't recognize them. I eat a cotton candy and enjoy it, I sit down to rest, while I decide what do I do now? I have already decided, I continue on my way, inside the fair there are several attractions that I was afraid of, but not anymore. I consider that I still have a lot to live and enjoy. I don't need to go so fast, that's why I'm not in a hurry, life is not a race to be won.
In the distance I hear the horn of the little train announcing the exit to leave the tunnel behind. I get ready, I get ready, and here I go, with everything. I will probably ride the roller coaster again, but I will have already learned a few things to enjoy it, without fear! For now, I will give myself permission to close my eyes and take a deep breath, I will give myself permission to remain still and contemplate, full of illusions, the landscape that opens before my eyes with its particular beauty.
Saludos, mis queridos amigos de esta comunidad. Por acá quiero compartir unas palabras que escribí a modo de terapia para descargar un poco del cansancio que me ha dejado esta semana. Al igual que las anteriores, han sido unas semanas intensas, de mucho trabajo, de diligencias y de emociones que me han dejado abrumada, pero que no me han detenido.
Escribir me funciona como un ejercicio terapéutico porque me dejo llevar por la emoción del momento, las palabras fluyen y revolotean en mis pensamientos como burbujas que explotan en estas frases que encuentran asidero por aquí.
Muchas veces siento una fuerte energía en mi interior que necesito liberar y lo consigo de muchas maneras. Unas veces, cantando una canción, otras dibujando los mandalas que tanto me gustan, o escribiendo. Así es como lo he hecho hoy. Me he liberado escribiendo, he hecho mi catarsis y me siento ligera, sin pesos sobre mis hombros.
Muchas de las cosas que escribo las guardo, no las comparto, puede ser que algún día pueda echarlas al viento, quién sabe. Esta vez, luego de mi catarsis de este día, leí este texto que surgió de lo más profundo, sin mucho esfuerzo y lo dejo para el recuerdo.
Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe. ¡Sí! lo sabe, pero mi cuerpo no quiere fiesta. Lo que mi cuerpo quiere, este primer viernes de mayo, es descansar, descansar y descansar, luego de una semana bastante agotadora. En estos días, mi vida se ha movido como si yo estuviera en una feria de atracciones, en la que solo decidí montarme, no una, si no varias veces, en la montaña rusa.
Una montaña de extremos, la más alta y la más rápida. Esa que nos pone de cabeza, que nos hace reír hasta el dolor, que nos despeina y nos hace feliz, que nos empuja a llorar de miedo, pero no de ese que paraliza, sino del que impulsa a reaccionar o nos estremece. Una montaña rusa que nos voltea el panorama y nos hace ver la vida desde otra perspectiva. Así he estado en los escasos cinco meses que van de este año, pero que han pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Por momentos, me bajo de la montaña rusa y pienso ¿a dónde voy ahora? Miro a mi alrededor, veo a mucha gente, pero no les distingo la cara a algunas personas. Están tan lejos o distantes que no las reconozco. Me como un algodón de azúcar y lo disfruto, me siento a descansar, mientras decido ¿qué hago ahora? Ya lo decidí, sigo mi camino, dentro de la feria quedan varias atracciones a las que le tenía miedo, pero ya no. Considero que me falta mucho por vivir y disfrutar. No hace falta ir tan rápido, por eso es que ahora voy sin mucha prisa, no es la vida una carrera que hay que ganar.
A lo lejos escucho la bocina del trencito que anuncia la salida para dejar atrás el túnel. Me alisto, me emperifollo y aquí voy, con todo. Seguramente, repita montarme de nuevo en la montaña rusa, pero ya habré aprendido algunas cosas para disfrutarla, ¡sin miedos! Por ahora, me voy a dar el permiso para cerrar mis ojos y respirar profundo, me daré permiso para quedarme quieta y contemplar, pletórica de ilusiones, el paisaje que se abre ante mis ojos con su particular belleza.
Todo el contenido de esta publicación es contenido original y trabajo creativo personal. Los separadores y el banner son mis diseños en Canva. Las fotos son de mi propiedad, editadas en Canva.
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Toda mi vida he hecho catarsis a través de la escritura y del canto, parece irónico que nunca lo había tomado de esa manera. Me gustó mucho leerte y de alguna forma me identifico con tu postura ante un "Es viernes y el cuerpo lo sabe"
Escribir es una forma de sacar lo que tenemos adentro. Sigue haciéndolo porque además lo haces muy bien. Quedo atento a otras publicaciones. Gracias por compartir
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Hola, amiga
Me gustó la idea de relacionar tu estado con un parque de atracción; cuando estamos a ese nivel de diligencias es agotador, está bien escribir como alternativa para liberar, entonces eso quiere decir que el cuerpo lo sabe y supiste como canalizar la realidad. Es muy sabio cambiar el ritmo de vida, puedes estar en un parque de atracción, pero súbete en un juego mecánico para más pequeño y ahí vas menos estresada, entiendo que hacer diligencias en nuestro país es agotador. Ánimo, falta poco porque se acabe el recorrido, seguramente nos hemos tapamos y la responsabilidad del tino no nos deja ver, cómo lo mencionas.
Abrazos 😘
Si le hace bien escribir y se le nota lo mucho que describe.
Esa montaña rusa en la que ha estado durante todo este tiempo la ha mantenido activa y preparada para lo que viene.