Los apegos siempre terminan generando dolor, porque en este mundo dual todo es pasajero, temporal; y al concluir su tiempo nos sentimos abrumados por la ausencia o la pérdida de eso a lo que estábamos acostumbrados, aferrados.
Por eso me identifico con tu frase final donde dices:
"... en nuestras vidas siempre van a existir cambios... solo tenemos que afrontarlos, aceptarlos, vivirlos, llevarnos el aprendizaje y continuar hacia adelante."
Completamente cierto. Lo que más nos hace daño son los apegos a las personas, a las mascotas, lugares y a veces también hasta apegos hacia los objetos.