Permítete detenerte, caer, llorar, respirar profundo, es hora de levantarse!!! Un día a la vez, un paso a la vez, a tu propio ritmo, ten presente que no podemos controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor y con mucha dificultad nuestras emociones, recuerda que siempre es bueno hablar con Dios y orar. Descansa y duerme un poco más, poco a poco.... también paso por los momentos más crueles de mi vida, tengo exactamente hoy, cuatro meses llorando por injusticias, pero todo es temporal, en la vida tenemos altos y bajos, las épocas malas son las que nos refuerzan y llenan de más valores, son aquellas que nos hacen recordar nuestras raíces y las épocas buenas o felices, serán el fruto de aquello que nos esforzamos por construir y levantar y así sucesivamente siempre se repetirá este ciclo.
Fuerza y adelante, recuerda que tienes una gran misión.