When you really love, when you love someone with all your might, with all your will, it shows on your face. The eyebrows widen the gaze, as if they were opening the way to the eyes to catch with the pupils every segment in which we are close to the one who has stolen our heart. And the mouth draws a smile at the corners of the lips and cheeks.
This is how my mother looked in those photos of her wedding album. Happy, with her wide-eyed gaze, translating happiness as she watches my father sign the book in front of the notary. However, my father was crestfallen. A sign that perhaps my mother did not notice at the time. Not because she was blind with love but because, on the contrary, her eyes were so wide open that she lost the center of her life in her gaze.
That day I was rummaging through the drawers and found my parents' wedding album. My mother caught me in the act. I stared stunned at the families, the party, the cake, the bouquet of red roses. My mother yanked the album away from me. She didn't say a word. We were silent. Seconds later I told her, perhaps annoyed at being deprived of a piece of her biography that belonged to me: "My father is prettier in those photos". And without thinking about it, or rather, after thinking about it for years, he ripped each photo out of the pink velvet-covered book. She tore the photos in half. She kept only the part where she was. The other half, my father's, went into a bonfire in the yard.
Ever since then I have hated marriage photos.
And a few days ago, when my friends asked me as a favor to be their photographer, the first thing that came to my mind were my father's wedding photos, that incident with the album and the image of my mother tearing, separating my father from the memory. I closed my eyes and saw the backyard bonfire again.
I said a resounding no. My friend cried to me, implored me to do it. But I felt that if I did, I would betray my mother. And I hung up the call.
At night that day I couldn't sleep. I had failed my friends. I called my mother and told her what had happened. Laughing, she told me that I had long ago silently forgiven my father and asked me to make up for my mistake.
As my mother laughed at the call, as she laughed at me, at my old grudges, I thought about how much damage we do to ourselves by putting on our backs the pains and traumas and cries of others. And we forget the importance of forgiveness.
I called my friend back and told her I accepted. In every photo I took at my friend's wedding, I entertained the thought that these photos are the photos my mother would have liked to have on her wedding day.
The photos are my own, taken with my Nikon camera.
[ESP]
Hace unos días unos amigos me pidieron que les hiciera las fotos del día de su boda. Nunca las había hecho. Esa fue mi primera vez en una celebración de nupcias. Desde siempre he odiado que me contraten para ese tipo de trabajos. Mi madre me hizo odiar los álbumes de fotografías nupciales. Mi madre nunca pudo superar la ruptura de la relación con mi padre. Cuando yo era un niño y escarbarba aun en las gavetas de su clóset, un día encontré el álbum de las fotografías de mi madre con mi padre. Eran muy jóvenes aún. Mi madre se veía hermosa, hermosísima. Y mi padre todavía conservaba su melena negra por los hombros. Se veían felices. Mi madre conservaba la sonrisa que pocas veces veo en su rostro. Evidentemente lo amaba mucho.
Cuando uno ama de verdad, cuando una ama a ese alguien con toda la potencia, con todas las ganas, se te nota en el rostro. Las cejas amplían la mirada, cómo si abrieran paso a los ojos para atrapar con las pupilas cada segmento en que estamos cerca de quién nos ha robado el corazón. Y en la boca se dibuja una sonrisa en la comisura de los labios y las mejillas.
Así lucía mi madre en aquellas fotos de su álbum matrimonial. Feliz, con su mirada amplia, traduciendo la felicidad mientras mira como mi padre firma en el libro frente al notario. Sin embargo, mi padre andaba cabizbajo. Un signo que quizás mi madre no supo advertir en aquel momento. No porque estuviera ciega de amor sino porque, por el contrario, tenía los ojos tan abiertos que perdía en el mirar, el centro de su vida.
Aquel día en que yo husmeaba en las gavetas y encontré el álbum matrimonial de mis padres. Mi madre me sorprendió en el acto. Yo miraba atontado las familias, la fiesta, el cake, el ramo de rosas rojas. Mi madre me quitó el álbum de un tirón. No dijo ni una palabra. Hicimos silencio. Segundos más tarde le dije, quizás molesto por privarme de un pedazo de su biografía que me pertenecía: "Mi padre es más bonito en esas fotos". Y sin pensarlo, o mejor, después de pensarlo mucho durante años, fue arrancando cada foto del libro forrado en terciopelo rosa. Rasgaba las fotos por la mitad. Conservó solo la parte donde ella estaba. La otra mitad, la de mi padre, fue a parar a una hoguera en el patio.
Desde entonces he odiado las fotos matrimoniales.
E hace unos días, cuando mis amigo me pidieron de favor que fuera su fotógrafo, lo primero que me vino al recuerdo fueron las fotos de la boda de mis padre, aquel incidente con el álbum y la imagen de mi madre rasgando, separando a mi padre del recuerdo. Cerré los ojos y vi de nuevo la hoguera del patio.
Dije un no rotundo. Mi amiga me lloró, me imploró que lo hiciera. Pero yo sentía que, de hacerlo, traicionaría a mi madre. Y colgué la llamada.
En la noche de ese día no pude dormir. Le había fallado a mis amigos. Llamé a mi madre y le conté lo sucedido. Entre risas me dijo que hacía mucho tiempo había perdonado a mi padre en silencio y me pidió que enmendara mi error.
Mientras mi madre reía con la llamada, mientras reía de mi, de mis viejos rencores, yo pensaba en cuanto daño nos hacemos al poner sobre nuestras espaldas dolores y traumas y llantos de los otros. Y olvidamos la importancia de perdonar.
Llamé de nuevo a mi amiga y le dije que aceptaba. En cada foto que hice en la boda de mi amiga, me entretuve pensando que estas fotos son las fotos que le hubiera gustado tener a mi madre el día de su boda.
Las fotos son de mi propiedad, tomadas con mi cámara Nikon.
Wao!!! Esas son las fotos que yo sueño para mi boda. Felicidades, bro!
🤣
Muy lindas fotos!!!
Muchas gracias, feliz de que te gusten tanto
Que bonitas fotos en el campo. Son fotos novedosas. Porque no son iguales a las demás. Bueno que les dure el amor a tus amigos. Buen trabajo
Gracias ☀️
Entiendo ese sentimiento y a veces uno se bloquea porque son cosas muy íntimas que solo uno puede entender. Pero... (siempre hay un pero, ¿ves?)
Las fotos son hermosas. ¡Y te felicito!
Muchísimas gracias mucho amor
Por nada. Sigue trabajando y te recomiendo que interactúes un poco más en la blockchain, pues esta es también una red social. Tu crecimiento como creador de contenidos se dará en la medida que que te comprometas con cada acción que realices dentro de ella, tendiendo puentes... creando conexiones. Es solo un consejo que te doy y que solo busca ayudar.
Ten lindo día.
😇
No sé que encuentro mejor... si las fotos o la historia.
Evidentemente tú le das prioridad a la historia (la cual te toca bien hondo) porque has terminado en Catarsis.
La mente humana es una cabrona y a veces no somos conscientes del daño que (nos) hacemos. Me has hecho pensar.
Gracias a ti por detenerte en estes publicación 💙
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Quedé totalmente cautivada por la primera foto. Tienes un talento genial
Muchísimas gracias
Wow! De verdad que son espectaculares. ya quiero casarme.🤣
Me llamas para hacerte las fotos 🤣
Te descubro ahora y me has enganchado a tu lectura de una forma brutal. De alguna manera casi todos los hijos de padres divorciados llevamos esa mochila de sentimientos encontrados, y claro, solo el perdón es la solución. La lealtad a los sentimientos de la madre son totalmente naturales, tendemos a repetir esos patrones generación tras generación.tar conciencia, romper y hacer catarsis con eso es sanar, justo lo que has hecho con este post. Mis felicitaciones.
Las fotos me encantan !!!!🥂A tu salud !!!!💚
Muchísimas gracias feliz de que te guste
@ernosnaveda felicidades por las fotos, son hermosas, los novios se ven radiantes y los paisajes espectaculares, saludos.