En lecciones de mi padre, Nº 2
El trabajo dignifica.
Mi padre, Don Jesús Rodríguez D’Empaire, un señor levantado con principios muy nobles, él y sus hermanos (mis tíos) tuvieron una educación muy rigurosa, el respeto, los buenos modales, fuertes valores y principios de vida.
Fotografía de mi propiedad.
Me decía que su padre (Mi abuelo, Benjamín Rodríguez Ramírez) le decía que cada centavo debía ganarse con esfuerzo y trabajo honrado.
Les quiero contar mi historia, una experiencia que me marcó de por vida.
Contaba yo apenas con 13 años, se acercaba mi cumpleaños (6 de octubre), mi papá me preguntó qué quería, yo le respondí que quería unos zapatos deportivos, pero los que quería me costaban 80 Bs (en aquella época), mi padre me dijo que tan solo podía darme 20 bs no podía darme más. Yo le dije que me los diera.
Yo era el muchacho de los mandados de varios vecinos, personas de edad que no podían ir a la panadería, farmacia o supermercado, me daban la lista y el dinero y yo les hacía el favor. Algunos me daban propinas. Llegado el día de mi cumpleaños, varios me felicitaron y al volver de las compras me dieron alguna propina adicional, yo les decía que si necesitaban que les limpiara el patio, les botara la basura o cualquier otro trabajo que necesitaran que se hiciera, que yo lo hacía y me pagaban lo que pudieran.
Me sorprendió que muchos tenían algunos pendientes, que ya la edad no les permitía hacer y para mí no era difícil. Empezaron a llamarme para limpiar patios, un señor me enseñó a podar las plantas y desde entonces le podaba las plantas a varios vecinos, botaba la basura, ayudaba a limpiar cuartos de “chécheres” (esos cuartos donde la gente guarda las cosas que se van rompiendo).
Fue pasando el tiempo y yo guardaba todas las propinas que me daban, llegó el mes de diciembre, y a todos los que me daban regalos yo les pedí que me dieran el dinero, para comprar los zapatos deportivos que yo quería. Tuve que hacer espacio en mis estudios y organizar el horario para poder cumplir con todos.
Un día, conté el dinero que había reunido, entre regalos y propinas había reunido 165 BS, era el doble de lo que costaban mis zapatos deportivos, así que fui al centro comercial donde los había visto y ahí estaban, y costaban lo mismo. Sin embargo, me puse a ver otras mucho más bonitas y pregunté por ellas, unas “ADIDAS”, hermosas, me las probé y al preguntar el precio me dijo la chica que costaban 125 BS, no lo pensé dos veces, las compré y me las llevé puestas.
Llegué a mi casa muy contento, con mis zapatos deportivos nuevos, eran blancos y rojos, al vérmelos puestos mi padre me preguntó:
- ¿Francisco, y eso?, yo le respondí:
- Mis nuevos tennis, ¿son bonitos verdad?, mi papá me preguntó:
- ¿y cuánto te costaron?
Cuando yo le dije el precio y le mostré la factura, mi padre enseguida se sacó la correa y me dio un primer “correazo”, le pregunté que por qué me había golpeado, y sin decirme nada me lanzó un segundo correazo el cual esquivé por muy poco, empezó a corretearme por la casa y yo trataba de explicarle y el me preguntaba:
- ¿de dónde sacaste todo ese dinero?, yo le conté lo que había hecho, que eran los ahorros desde mi cumpleaños y las propinas por los mandados que yo hacía, más los regalos de navidad de mis tíos.
Mi papá, no muy conforme, fue a casa de cada vecino para preguntar si efectivamente yo decía la verdad. Al rato regresó, y llamó a mis tíos, les preguntó cuánto dinero me habían dado y luego sacó las cuentas. Al rato me llamó, yo no sabía qué hacer, me dijo:
- Muy bien, te ganaste tu dinero de forma honrada, te felicito por ello, ahora, los correazos son por si acaso algún día se te ocurre andar en malos pasos. Por cierto, muy bonitos los zapatos deportivos, pero no dejes de estudiar. Y luego de darme un abrazo, se puso a leer el periódico.
Reflexión: El solo hecho de que dudara me sintió mucho, sin embargo, la lección que me dio la recuerdo incluso hoy (hace más de 40 años), y agradezco por el aviso, porque si eso pasó trabajando honradamente, no quiero pensar que hubiese pasado si hubiese seguido otro camino.
Fuente:
Hoy día, no puedo más que agradecer sus consejos, los cuales he practicado durante mi vida, y si bien algunas veces me ha ocasionado algunos inconvenientes, no puedo enumerar las veces que me ha protegido y me ha salvado de muchos problemas.
Gracias papá Chuo.
English Version.
In my father's lessons, No. 2
Work dignifies.
My father, Don Jesús Rodríguez D'Empaire, a man raised with very noble principles, he and his brothers (my uncles) had a very rigorous education, respect, good manners, strong values and principles of life.
Photograph owned by me.
He told me that his father (My grandfather, Benjamín Rodríguez Ramírez) told him that every penny had to be earned with effort and honest work.
I want to tell you my story, an experience that marked me for life.
I was barely 13 years old, my birthday (October 6) was approaching, my dad asked me what I wanted, I replied that I wanted some sports shoes, but the ones I wanted cost me 80 Bs (at that time), my father told me that he could only give me 20 bs he could not give me more. I told him to give them to me.
I was the errand boy for several neighbors, elderly people who couldn't go to the bakery, pharmacy or supermarket, they gave me the list and the money and I did them the favor. Some gave me tips. When the day of my birthday arrived, several congratulated me and when I came back from shopping they gave me an additional tip, I told them that if they needed me to clean the patio, throw out the garbage or any other work that they needed done, that I I did and they paid me what they could.
I was surprised that many of them had some earrings, which their age did not allow them to do and for me it was not difficult. They began to call me to clean patios, a man taught me how to prune plants and since then I trimmed the plants of several neighbors, threw out the trash, helped clean "checher" rooms (those rooms where people keep things that go breaking).
Time went by and I saved all the tips they gave me, the month of December arrived, and I asked all those who gave me gifts to give me the money, to buy sports shoes that I wanted I had to make room in my studies and organize the schedule to be able to meet everyone.
One day, I counted the money I had collected, between gifts and tips I had collected 165 BS, it was twice what my sneakers cost, so I went to the mall where I had seen them and there they were, and they cost the same. However, I began to see other much more beautiful ones and I asked about them, some "ADIDAS", beautiful, I tried them on and when I asked the price the girl told me that they cost 125 BS, I did not think twice, I bought them and I wore them.
I came home very happy, with my new sports shoes, they were white and red, when he saw them my father asked me:
- Francisco, and that?, I replied:
- My new sneakers, they are pretty, right? My dad asked me:
- and how much did they cost you?
When I told him the price and showed him the bill, my father immediately took off his strap and gave me a first "strap", I asked him why he had hit me, and without saying anything he gave me a second strap which I dodged by very little, he started to chase me around the house and I tried to explain to him and he asked me:
- Where did you get all that money from? I told him what I had done, which were the savings since my birthday and the tips for the errands I did, plus Christmas gifts from my uncles.
My dad, not very satisfied, went to each neighbor's house to ask if I was really telling the truth. After a while he came back and called my aunt and uncle, asked them how much money they had given me and then did the accounts. After a while he called me, I didn't know what to do, he said:
- Very well, you earned your money honestly, I congratulate you for it, now, the belts are just in case one day you happen to walk in the wrong steps. By the way, very nice sports shoes, but do not stop studying. And after giving me a hug, he began to read the newspaper.
Reflection: The mere fact that he doubted made me feel a lot, however, the lesson he gave me I remember even today (more than 40 years ago), and I am grateful for the warning, because if that happened working honestly, I do not want to think that there would have been happened if he had followed another path.
Source:
Today, I can only thank you for your advice, which I have practiced throughout my life, and although it has caused me some inconvenience at times, I cannot count the times that it has protected me and helped me. has saved from many problems.
Thank you Dad Chuo.
¡Wow! Tu historia me ha dejado pensando en cuan rigurosos eran algunos padres antes. Aunque yo no estoy de acuerdo con la violencia como forma de crianza o corrección, creo que tu papá intento enseñarte a su forma que jamás debes llegar con un solo centavo que no haya sido ganado por tu cuenta. Claro, fuera sido conveniente que primero supiera la historia de como los ganaste. Sin embargo me parece que tú padre es un hombre con convicciones y eso es digno de admirar porque encontrar ha alguien en estos tiempos que sea fiel a sus principios y valores, es difícil.
Espero que hayas podido disfrutar de tus zapatos ganados con propiedad jejeje tuve una abuela que era igual a tu papá pero como eso me enseñó a tener límites y ser mejor persona. Te mando un abrazo.
Así es amiga @carminasalazarte. Los padres y los abuelos que criaban con rigor lo ahcían de forma tal que a uno no se le olvidara la lección, además, si esa fue una advertencia para que no se metiera uno en problemas o en malos pasos, imagínese si eso sucediera.
Eso sí, los disfruté mucho, hasta que se rompieron de tanto uso.
Vivir con dignidad y con honor es muy satisfactorio, saber que nadie lo puede señalar a uno e nada inapropiado o indebido no tiene precio.
Es muy bonito cuando uno va por la calle y otra persona te saluda con entusiasmo, vehemencia, admiración sobre todo respeto.
Un abrazo igual.
Saludos
Excelente, comparto la misma opinión. No hay nada como tener la mente limpia, saber que eres una persona honorable y que eres conocido por ser íntegro con tus valores y principios. Saludos también para ti.
Un placer seguirte.