La paz mental no tiene precio. Ser la dueña de tu tiempo, de tus acciones, de tus decisiones, eso es lo máximo. Por supuesto, ese proceso trae a veces el miedo a lo desconocido, soltar un puerto seguro genera ansiedad a primera instancia, pero a la larga te das cuenta que es la decisión correcta.
Cuando el éxito está en ti, no hay límites. Pa' lante.
Mientras sepa que puedo tener la nevera llena no tendré ansiedad, y ahora puedo hacer algunas cosas que quería hacer desde hace mucho y no había podido. Vaya a vacunarse que en cualquier momento te caigo por tu casa. Jajajaja.