Que Dios lo tenga en su Santa gloria.
Fue un hombre bueno, un hombre de Dios, un padre y tu ser favorito.
Es doloroso perder a un ser querido y más aún, un buen padre. Dios se lo llevo para que lo sufriera más.
Dejo sus enseñanzas y el amor sembrado en ustedes sus hijas.
Un abrazo fuerte.
Creo firmemente que fue un ángel en la tierra, y no solo lo fue para mí, entiendo que tenía defectos, era humano, pero su capacidad de amar superaba las que he conocido a lo largo de mi vida.