Es sorprendentemente difícil aprender a decir que NO, porque luego te sientes acusado, sientes como te detestan y eso te hace sentir tan culpable! Pero, luego se encuentra ese escenario donde no sabemos decir NO y es aún más frustrante porque terminan abusando de uno, y uno se siente tan horrible que no sabe como pararlo.
Decir NO, lo libera a uno de muchas responsabilidades que no son de uno, nos regala libertad y bueno, las personas que no suman a nuestra vida se marcharan.