The thing is that during some years of my life for work reasons I traveled to other states of the country and depending on the state I could travel by land or air, sometimes both, so there was no shortage of trips that were really horrible, which was something atypical, but there was no shortage of them.
I could not talk about the best trip, although now that I think about it, there was one and it was when I traveled with my son and we stayed in a hotel with a pool so he could live the experience of traveling by plane and enjoy a day at the pool, it is something that I am sure neither of us will forget, the beautiful moments with the ones you love become pleasant memories.
As for bad experiences, I remember a trip to a city close to mine. Therefore, I traveled by land, I took the trouble to go to a private terminal thinking about my comfort and bought a ticket to travel on the second floor of the bus, because it was an experience I wanted to live.
from PxHere
Before the trip, I had breakfast and I remember that the juice that accompanied my breakfast was exaggeratedly sweet and I did not count with the movement that there is on the upper floor of these buses, suddenly I began to feel very dizzy and when I realized, I had already vomited, it was something embarrassing, but it is something that can not be contained. Believe me, I will never travel on the high floor of a bus again.
In another work trip I had to make a stop in a town, because I took advantage of a trip to do two errands, what I did not take into account is that leaving this town was quite an odyssey, because the buses that travel from this town to the airport city are very old, so it was hours of unbearable heat and altitude changes affected me, so I began to feel a terrible headache.
When I finally made it to the airport, I put myself on a waiting list, as I didn't want to wait until the next day to go home, but I felt the headache was getting worse and worse. Maybe I was too anxious or tired, besides being a small airport there are not many places to sit or eat something.
The thing was, that the hours I spent waiting to see if I could leave became eternal and each time I felt that my headache increased more and more, but I felt a great relief to know that I could go home, so I boarded the flight with joy, but the headache was getting worse and worse I felt I could not stand it.
I tried to ask the cabin crew for a pill to calm the headache and they did not want to give it to me claiming that it could be more than a simple headache, that bothered me a little, but it turned out that they were right, because in fact I had very high blood pressure and when we were about to land I vomited and I had no choice but to do it in a bag in which I had an Andean bread, which I thought to take home to compete with my family.
I had to go to the bathroom to change and to the medical service where, when they checked me, they found that my blood pressure was very high, even though I had vomited.
So, these were only two of my worst trips, because believe me when I tell you that I experienced everything like missing the flight, being scheduled for the wrong days, not having the hotel booked for me, being put up in a hotel where there were sex workers, in short, everything. Now I remember those moments and I laugh, but at the time it was a reason for much anger, now they are anecdotes to share and laugh.
I say goodbye leaving here these lines that are my participation in the topic proposed for February 4th in the Monthly Prompts | February INLEO
Español
Experiencias nos sobran, de todo tipo, sobre todo cuando algo se hace cotidiano en nuestras vidas, el asunto es que durante unos años de mi vida por razones de trabajo viaje hacia otros estados del país y dependiendo del estado podía viajar por tierra o aire a veces ambos, así que no faltaron viajes que fueran realmente horribles que era algo atípico, pero no faltaron.
No podría hablar del mejor viaje, aunque ahora que lo pienso, si hubo uno y fue cuando viaje con mi hijo y nos hospedamos en un hotel con piscina para que él pudiera vivir la experiencia de viajar en avión y de disfrutar de un día de piscina, es algo que estoy segura ninguno de los dos olvidaremos, los momentos lindos junto a los que amas se convierten en gratos recuerdos.
En cuanto a malas experiencias, recuerdo un viaje a una ciudad cercana a la mía. Por ello, viajé por tierra, me tomé la molestia de ir a un terminal privado pensando en mi comodidad y compré un boleto para viajar en el segundo piso del bus, pues era una experiencia que deseaba vivir.
Antes del viaje, desayune y recuerdo que el jugo que acompaño mi desayuno estaba exageradamente dulce y no conté con el movimiento que hay en el piso superior de estos buses, de pronto comencé a sentirme muy mareada y cuando me percate, ya había vomitado fue algo bochornoso, pero es algo que no se puede contener. Créanme que nunca más viaje en el piso alto de un bus.
En otro viaje de trabajo tuve que hacer una parada en un pueblo, pues aproveche un viaje para hacer dos diligencias, lo que no tome en cuenta es que salir de este pueblo era toda una odisea, pues los buses que viajan desde este pueblo a la ciudad del aeropuerto son muy viejos, así que fueron horas de calor insoportable y los cambios de altitud me afectaron, por lo que comencé a sentir un terrible dolor de cabeza.
Cuando al fin logré llegar al aeropuerto, me anoté en una lista de espera, pues no deseaba esperar al otro día para volver a casa, pero sentía que cada vez el dolor de cabeza era peor. Tal vez estaba muy ansiosa o cansada, además al ser un aeropuerto pequeño no hay muchos lugares para sentarse o poder comer algo.
El asunto fue, que las horas que pase esperando a ver si lograba irme se me hicieron eternas y cada vez sentía que mi dolor de cabeza aumentaba más y más, pero sentí un gran alivio al saber que podría irme a casa, así que aborde el vuelo con alegría, pero el dolor de cabeza cada vez era peor sentí que no podía soportarlo.
Intente solicitarle a los tripulantes de cabina alguna pastilla para calmar el dolor de cabeza y no quisieron dármela alegando que podía ser lago más que un simple dolor de cabeza, eso me molesto un poco, pero resultó ser que tenían razón, pues en realidad tenía la presión arterial muy elevada y ya cuando nos deponíamos a aterrizar vomite y no me quedo más remedio que hacerlo dentro de una bolsa en la que traía un pan andino, el cual pensaba llevar a casa para competir con mi familia.
Igual aquello fue un desastre, pues me ensucie y también parte del avión, tuve que ir al baño a cambiarme y al servicio médico donde, al chequearme, encontraron mi presión arterial muy alta, aun cuando había vomitado.
Así, estos fueron solo dos de mis peores viajes, pues créanme cuando les digo que viví de todo como perder el vuelo, que me lo programaran para días equivocados, que no me reservaran el hotel, que me hospedaran en un hotel donde había trabajadores sexuales, en fin, de todo. Ahora recuerdo esos momentos y me río, pero en el momento fue motivo de mucha rabia, actualmente son anécdotas para compartir y reír.
Me despido dejando por acá estas líneas que son mi participación en el tema propuesto para el día 4 de febrero en el Monthly Prompts | February INLEO
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