Niño bello de mi vida.
Niño bella de mi vida,
yo quisiera ver el gozo
de tu rostro esplendoroso,
con mirada complacida
y una sonrisa encendida
con brillo de un sol hermoso.
Yo te daré comprensión,
confianza y mucha empatía
para que tu día a día
tenga alegre sensación
y alegrar tu corazón
con la satisfacción mía.
De tus sensibilidades
yo tengo conocimiento,
por eso a cada momento
me llueven en cantidades
ideas de las bondades
que haya para tu contento.
Dios me dará su matiz
para así poder hacer
lo que te ha de complacer
y ante un cielo azul o gris
te ayudaré a ser feliz
pues me lo he de proponer.