Así tituló uno de sus poemas más queridos, el poeta de Manicuare (Estado Sucre, Venezuela), Cruz Salmerón Acosta, a quien no pude dedicar nada este año, en la fecha de su nacimiento: 3 de enero. Pero siempre será bienvenido recordarle y homenajear su poesía. Para ello escogí cinco fotos mías tomadas en Manicuare y Araya hace dos años. Reproduzco antes su soneto “Cielo y mar”, que dedicara a su amigo, el poeta cumanés José Antonio Ramos Sucre.
En este panorama que diseño
para tormento de mis horas malas,
el cielo dice de ilusión y galas,
el mar discurre de esperanza y sueño.La libélula errante de mi ensueño
abre la transparencia de sus alas,
con el beso de miel que me regalas
a la caricia de tu amor risueño.Al extinguirse el último celaje,
copio en mi alma el alma del paisaje
azul de ensueño y verde de añoranza;y pienso con obscuro pesimismo,
que mi ilusión está sobre un abismo
y cerca de otro abismo mi esperanza.