Una vez escuché “La razón por la que tenemos una sola boca y dos oídos, es porque debemos hablar menos y escuchar más”; fue algo que me causó tanta impresión que me quedó como un tatuaje en el alma y jamás lo olvidé hasta el sol de hoy. Porque si nos ponemos a analizar la frase es totalmente real, somos pocas las personas (Y me incluyo porque sí soy una de esas, y mis amistades lo pueden confirmar) que en una conversación es más oyente que hablante. En cambio cuando el que siempre escucha quiere ser escuchado, algunas veces ese oyente lo interrumpe y no lo deja terminar de expresarse. Si supiéramos lo milagroso que es escuchar a alguien que lo necesita, aprenderíamos incluso a escuchar los gritos silenciosos.
Siempre me han preguntado cómo es que soy tan buena escuchando, y la verdad es que lo veía algo de sólo buena educación, pero al cambiar el enfoque me doy cuenta que escuchar me ha permitido conectarme más profundamente con las personas que me rodean. Cada conversación es el puente perfecto para aprender más de la vida y entender las distintas que hay de una misma situación.
Además de eso, la empatía o la comprensión son herramientas indispensables en este camino hacia el crecimiento que llamamos vida. Hoy más que nunca, me doy cuenta que el año que se aproxima quiero seguir escuchando a la gente, pero también leerlas, así que a ti que me lees quiero invitarte a que cuando necesites ser leído, busques mi perfil y comentes la publicación que más resuene contigo, no importa que tan antigua sea; todos necesitamos fomentar estas interacciones, porquenada enriquece más nuestra sabiduría que aprender a escuchar de verdad a los demás.
Y tú ¿Cuándo fue la última vez que realmente escuchaste a alguien sin interrumpir? ¡Déjamelo saber en los comentarios!
Gracias por leerme hasta el final
Once I heard “The reason why we have only one mouth and two ears is because we should talk less and listen more”; it was something that made such an impression on me that it remained as a tattoo in my soul and I have never forgotten it to this day. Because if we analyze the phrase is totally real, we are few people (and I include myself because I am one of those, and my friends can confirm it) that in a conversation is more listener than speaker. On the other hand, when the one who always listens wants to be heard, sometimes that listener interrupts him and does not let him finish expressing himself. If we knew how miraculous it is to listen to someone who needs it, we would even learn to listen to the silent cries.
I've always been asked how I'm such a good listener, and the truth is that I saw it as a polite thing to do, but as I've shifted my focus I realize that listening has allowed me to connect more deeply with the people around me. Each conversation is the perfect bridge to learn more about life and understand the different sides of the same situation.
Besides that, empathy or understanding are indispensable tools in this path towards growth that we call life. Today more than ever, I realize that in the coming year I want to continue listening to people, but also to read them, so to you who read me I want to invite you that when you need to be read, look for my profile and comment on the publication that most resonates with you, no matter how old it is; we all need to encourage these interactions, because nothing enriches our wisdom more than learning to truly listen to others.
And you, when was the last time you really listened to someone without interrupting? Let me know in the comments!
Thank you for reading me to the end