¡Hola Hiver! Después de un mes de descanso vuelvo con esta primera publicación del año. Está dedicada a la toma de notas que hacemos de nuestras lecturas, las de no ficción, de los temas que nos ocupan en este blog y esta comunidad y que nos ayudan a crecer, aprender y desarrollarnos.
Me quiero centrar en las lecturas de los libros físicos. Cuando leemos en digital, el proceso de tomar nota es bien distinto y hay múltiples formas de hacerlo, y además yo prefiero leer en papel.
La razón por la que quiero hablar sobre este tema, es porque por último le he estado dando vueltas a como mejorar mi toma de notas, ya que no es muy efectiva. Tomo demasiadas notas, lo hago a mano en mi Bullet Journal y esto produce dos cosas:
- Que avance lento.
- Que continuamente esté rompiendo el flujo de lectura.
De hecho, esto es una de las causas por la que el club de lectura que tenemos en Vacía tu bandeja al final no haya llegado a buen puerto. No termino los libros a tiempo y a veces se me eternizan. Pero es algo que me gustaría recuperar.
Buscando soluciones al tema en cuestión, he comenzado un curso de lectura efectiva para leer más rápido pero sin perder comprensión. Los métodos de lectura rápida nunca han terminado de convencerme, y ese afán por leer la mayor cantidad de libros posibles, que parece que estamos en una competición, no lo entiendo. Pero no voy a hablarte de la forma de tomar notas que plantea el curso, que tiene la suya, pero aún no he llegado a esa parte, sino de otra que he encontrado y me ha parecido muy interesante de llevar a la práctica.
El método en sí, es el que comparte Alex, de Alex & Books, en una entrevista que le hizo Tiago Forte. Ese chico lee muchísimos libros al año y ha desarrollado su propio método para tomar notas que luego le ayudan a poner en práctica el aprendizaje obtenido.
Cómo tomar notas
El método en sí tiene dos partes: una las notas propiamente dichas y la otra el aprendizaje que obtenemos.
Crea tu propia tabla de contenidos
La primera parte consiste en ir creando tu propia tabla de contenidos, tu propio índice y utiliza la contraportada delantera y la página siguiente, que suele estar en blanco, para ello. Según vas leyendo, cuando encuentras algo relevante, que te llama la atención, apunta esa página y que fue lo que te llamó la atención. Siempre espera a terminar la página para hacer las anotaciones en tu índice y subrayar o añadir algún código para enfatizar. Así interrumpes menos veces el flujo de lectura, que es una de las cosas que me pasa a mí, además de que te aseguras de resaltar lo que es realmente importante.
De esta manera, al acabar el libro tienes un índice que te ayuda a volver a aquellas partes que son importantes para ti. Es mucho más rápido y efectivo que estar buscando a lo largo del libro las páginas donde has subrayado, marcado con una estrella o el código que utilices.
Lista tus aprendizajes
La segunda parte del método consiste en escribir en la contraportada posterior y la página anterior a esta, que también suele estar en blanco, tus aprendizajes de la lectura y aquello que quieres llevar a la práctica. De esta manera el libro lo convertimos en nuestro segundo cerebro, ahora que está tan de moda hablar de esto. Tenemos en un mismo lugar, lo relevante del libro y lo que hemos aprendido. Después de reposar la lectura puedes volver a ese aprendizaje y decidir cuáles vas a llevar a la práctica.
Cuando haces futuras lecturas del libro, encontrarás otras cosas que te sean relevantes y otros aprendizajes y siempre puedes ampliarlos. También puedes digitalizar algunas de esas notas (las que consideres oportuno) e introducirlas en tu sistema de gestión de notas para luego poder encontrarlas de forma fácil y relacionarlas con el contenido que ya tienes.
Mi propuesta para llevar a la práctica
Para llevar a cabo este método me encuentro con una pequeña resistencia, me cuesta escribir y subrayar en el libro. A mí me enseñaron que los libros hay que cuidarlos y que no se escribían y lo tengo como grabado a fuego. Es algo que aunque he intentado superar y cambiar esa idea, no lo he conseguido. Pero bien que podría llevarlo a cabo apuntando ambas cosas, la tabla de contenido y los aprendizajes en mi Bullet Journal, en una colección o una libreta dedicada para las lecturas.
Lo que si podría hacer, aunque no vaya a escribir en el libro, es recuperar los códigos o dibujos que aprendí de Doug Neill, del Proyecto Verbal to visual, que utiliza para hacer sus anotaciones visuales en los márgenes de los libros. A ver si esto me ayuda a ir superando este tema de escribir en los libros.
Me gustaría que me contaras en los comentarios que te parece esta forma de tomar notas y que me compartas la que tú utilizas.
Nos leemos en el siguiente post.
Si prefieres escucharlo en versión podcast, puedes descargar el audio aquí o visitar la web de Vacía tu bandeja donde puedes encontrar todos los episodios.
Imagen realizada con Canva
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Pensar que la reflexión que haces es algo compartido para alguien que le gusta leer entre lineas.
Muchas gracias por pasarte por mi blog y leerme.
¡agradecido contigo por compartir tus ideas!
Qusiera leer más en libros físicos, pero el presupuesto o porque no los consigo en físico termino leyendolos en pdf, también comparto lo de no escribir en los libros, es algo que no haría, prefiero pegarle notas de papel