Me gradué de bachiller recién cumplidos los 16 y en diciembre de ese mismo año ya había entrado a la universidad. Empecé a estudiar en un instituto tecnológico (el que me quedaba más cerca de casa) una carrera corta (3 años) la que me gustaba más entre las que podía estudiar. Y así comenzó un viaje medio complicado, nada sencillo.
Los meses se convirtieron en años y me di cuenta que estudiar en la universidad no es sencillo. Siendo una universidad pública, era gratuita, pero estudiar implica gastos. Tuve muchos ángeles que me apoyaron para que no abandonara. Miles de cosas pasaron, quizá algún día les cuente detalles, pero la cabo de 3años yo no había avanzado demasiado.
Me sentía frustrada y la situación económica en casa era fatal; la beca, los trabajitos de niñera y dictando cursos no eran suficientes y me plantee abandonar y tomar un trabajo de tiempo completo; pero siempre llegan a alguien que me impulsaba a seguir.
Finalmente tome la decisión de cambiarme de carrera, aunque muchos no me entendieron, yo me sentía tan frustrada que necesitaba un nuevo comienzo. Para ese momento el instituto tecnológico pasó a ser universidad politécnica y a formar ingenieros.
A partir de ese momento no volvió a quedarme ninguna materia y en el tiempo establecido me gradué de TSU. Ese día fue uno de mis días de mayor orgullo, porque casi toda mi familia estuvo allí para apoyarme.
Me gradué y seguí estudiando, pero dije que si conseguía un trabajo abandonaría la ingeniería ; la verdad es que no busqué demasiado, y seguí estudiando.
Un par de años después, a pesar de las dificultades, me gradué ingeniero.
Recuerdo que fui a realizar los trámites administrativos y que iba a informar que recibiría el título por secretaria porque no tenía dinero para asistir al acto de grado, cuando se me informó que había Sido seleccionada para dar el discurso de en el acto, que era la seleccionada en mi grupo. Uno de los tantos angelitos que me ha apoyado siempre me pagó el paquete de grado y en 3 días me exigieron tuviera listo el discurso.
Y así entre tartamudeos y lágrimas di el discurso en mi graduación. Se puede decir que mi día de mayor orgullo fue parada en ese podio, recordando mis años de formación y los días en los que estaba segura que tiraría la toalla; agradeciendo cada segundo ese soplo que me impidió hacerlo.
Hoy, 5 años después de mi graduación de ingeniero, no ejerzo la carrera, ni la he ejercido nunca, pero no me arrepiento de nada. Para mí esos años jamás serán tiempo perdido, pues ahí viví miles de cosas y conocí personas que me han llevado a donde estoy.
Estoy orgullosa de las decisiones que he tomado y de la persona que soy hoy en día.
Espero que les resultara entretenida esta publicación.
Fotografías del álbum familiar disponibles en mi facebook , portada diseñada por mi en Canva
Creo que todos tenemos hermosos recuerdos de nuestra graduacion, o al menos los dichosos que logramos terminar. Gracias por traer esos recuerdos de vuelta.
Eres una luz en mi camino que me inspira a seguir luchando por ese momento en mi vida. ¡Gracias, @isauris!