El juego
Sarah llegó al lugar que señalaba el mensaje. El lugar estaba cerrado a esa hora, pero vio que había un timbre cerca de la puerta. Apretó varias veces, pero nadie daba señales de vida. Volvió a ver el mensaje y efectivamente: aquel era el lugar. Presionó nuevamente el timbre, una, dos, tres veces y cuando ya estaba a punto de irse, vio que una chica abría la puerta:
-Hola. Buen día. Vengo por el trabajo - indicó Sarah señalando el celular.
_Ah, sí. Pasa. Mi nombre es Leyla. Disculpa el desorden, pero aún no llega la chica que limpia. ¿Quieres un café, algo? Nos dormimos en la madrugada y aún tengo sueño - dijo la chica guiando a la recién llegada.
_Un café estaría bien - asintió Sarah y se sentó en una de las sillas que ofrecía la otra chica.
_Tazz bajará en cualquier momento. No sé si sabes de qué se trata el trabajo - expresó Leyla y Sarah dudó:
_Me dijeron que necesitaban una chica que tocara la flauta y que después del primer día de trabajo, si decidía quedarme, hablaríamos de sueldo y alojamiento.
_Sí, pagamos por noche y si quieres, puedes quedarte aquí -confesó Leyla tomando un sorbo de su café y mirando fijamente el rostro de Sarah. En ese instante, se escuchó un ruido detrás de ella y volteó el rostro. Un hombre alto, bronceado, de rasgos muy varoniles, caminaba hacia ellas:
_Perfecto, el señor Lobo se despertó. Este es Tazz - anunció Leyla y Sarah volteó, y vio al hombre más guapo que había visto en su vida.
_Debes tocar completamente desnuda. - Sarah abrió los ojos de par en par, aturdida - Pero no te preocupes: todos estaremos desnudos. Y si temes que te reconozcan, no hay problemas porque llevamos un antifaz. Al final, es como un juego. Te desconcertaría la cantidad de fetichismo que tiene la gente - agregó Tazz intentando convencer a la chica.
Sarah dudó por un momento, pero luego pensó que necesitaba el dinero y si no se sentía cómoda, podía renunciar. Así que aceptó:
_¡Perfecto! - expresó Tazz mostrando una sonrisa espléndida y levantándose de la silla - Layla que te muestre el salón y nos vemos en la noche - prometió y le dio un beso en la mejilla a Sarah, la cual no pudo dejar de aspirar el aroma varonil del hombre.
En la oscuridad del público, se empezaron a escuchar gemidos, exclamaciones y risas nerviosas. El sonido del saxo era un eco largo en mitad de la oscuridad, una caricia que apretaba el vientre del que lo escuchaba:
_¡Por favor, para! - se escuchó que decía Layla, luego de varios minutos de música. El cuerpo de Sarah también se estremecía y aprisionaba la flauta entre sus labios como si fuera una fruta. Pero Tazz, como un experto hechicero, guiado por una fuerza de otro mundo, siguió sacando del saxo notas erótica que parecían extasiar al público.
En el momento más frenético, se escucharon gritos roncos y enloquecidos, de cuerpos vaciados y cansados dentro del público. En ese instante, el saxo de Tazz se fue silenciando y las luces del escenario se apagaron completamente.
Inmediatamente después, Layla tomó de la mano a Sarah y la guió a un cuartito donde ya estaba Tazz, secando el sudor que se deslizaba por todo su cuerpo. Al ver que las chicas llegaban, Tazz miró directamente y de manera felina a Sarah, y le preguntó:
_Entonces, ¿Te unes al juego?
_Sí. Me uno - aceptó Sarah y recibió de Tazz una deliciosa una sonrisa.
HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD, AMIGOS
La imagen principal es de libre uso y editada en Canva, y el texto fue traducido con Deepl Translate.
[Versión en inglés]
The game
Sarah arrived at the place indicated in the message. The place was closed at that hour, but she saw that there was a bell near the door. She pressed it several times, but no one showed any sign of life. He looked at the message again and that was indeed the place. He pressed the doorbell again, once, twice, three times, and when he was about to leave, he saw a girl open the door:
-Hello, good morning. I'm here for work,” said Sarah, pointing to her cell phone.
Oh, yes, come in. My name is Leyla. Sorry for the mess, but the cleaning girl hasn't arrived yet. Would you like a coffee, something? We fell asleep in the early morning and I'm still sleepy,” said the girl leading the newcomer.
A coffee would be nice,” Sarah nodded and sat down on one of the chairs offered by the other girl.
Tazz will be down any minute. I don't know if you know what the job is about,” Leyla expressed and Sarah hesitated:
_They told me they needed a girl to play the flute and that after the first day of work, if I decided to stay, we would talk about pay and lodging.
Yes, we pay per night and if you want, you can stay here, confessed Leyla taking a sip of her coffee and staring at Sarah's face. At that instant, a noise was heard behind her and she turned her face. A tall, tanned man with very manly features was walking towards them:
Perfect, Mr. Lobo woke up. This is Tazz - announced Leyla and Sarah turned around, and saw the most handsome man she had ever seen in her life.
Indeed, the job was night work and from what Tazz claimed, the pay was excellent. There was just one detail:
_You must play completely naked. - Sarah opened her eyes wide, stunned - But don't worry: we'll all be naked. And if you're afraid of being recognized, no problem because we're wearing a mask. In the end, it's like a game. You'd be baffled by the amount of fetishism people have - Tazz added trying to convince the girl.
Sarah hesitated for a moment, but then she thought that she needed the money and if she didn't feel comfortable, she could quit. So she agreed:
_Perfect! - expressed Tazz showing a splendid smile and getting up from the chair - Layla to show you the salon and see you in the evening - he promised and gave a kiss on Sarah's cheek, who couldn't help but inhale the manly scent of the man.
At midnight, Sarah was led by Layla to the stage. Each sat in an armchair. The lights were dim and when the curtain rose, the part where the audience was, it was dark. Layla began playing the piano and then Sarah joined in on the flute. The melodious sound of the instruments was all that could be heard in the room. Suddenly, Tazz came on stage playing his saxophone and that's when the real show began.
In the darkness of the audience, moans, exclamations and nervous laughter began to be heard. The sound of the saxophone was a long echo in the middle of the darkness, a caress that squeezed the listener's belly:
Please stop Layla was heard to say, after several minutes of music. Sarah's body was also shuddering and she squeezed the flute between her lips as if it were a fruit. But Tazz, like an expert sorcerer, guided by an otherworldly force, continued to draw erotic notes from the saxophone that seemed to enrapture the audience.
At the most frenzied moment, hoarse, crazed screams were heard from empty, tired bodies in the audience. At that instant, Tazz's saxophone went silent and the stage lights went completely out.
Immediately after, Layla took Sarah by the hand and led her to a small room where Tazz was already standing, wiping the sweat that was sliding down his body. Seeing the girls arrive, Tazz looked directly and felinely at Sarah, and asked:
_So, are you joining the game?
Yes. I'm in,” she agreed and received a delightful smile from Tazz.
Siempre es un gusto leerte y contar con tu participación porque tus historias son el reflejo de los bonito de la literatura en todas sus formas.
Gracias por tu comentario, amiga. Saludos