[ENG-SPN] Cultural cemeteries of Castile / Cementerios culturales de Castilla

Nothing provokes greater sadness and at the same time, greater emotion, than voluntarily getting lost in the immense mountains of Guadalajara and discovering, like the trail of breadcrumbs in the famous story of Tom Thumb, the surprising number of cultural cemeteries they contain, which, as will be said below, constitute the forgotten testimony of a heritage wealth, which, at least until relatively recent times, was prodigal and abundant.

Abandoned, depopulated, ruined or increasingly decaying villages are, together with the countless testimonies of hermitages, churches and monasteries, the visible tip of a gigantic cultural iceberg, which is currently part, or failing that, is about to become part, of what could well be defined, as exaggerated as it may seem, as an inevitable Limbo of the Lost: a metaphorical Heritage Bermuda Triangle, whose loss is a thorn stuck in the heart of Castile.

One of the most relevant examples, although its lamentable stumps have been consolidated for some time now, is located just under two kilometres from the municipal area of Retiendas, in what was one of the great monasteries of the Cistercian legacy in Spain, located on the plain of a river of sad fame, the Jarama, on land donated in 1175 by a king raised in Soria and married in its fantastic church of Santo Domingo, Alfonso VIII, which was abandoned by the monks in 1821 and which, having gone unnoticed by the greed for antiques of the great American magnates, such as Randolph Hearst, the famous ‘Citizen Kane’ in the Orson Welles film - unfortunately, the same did not happen with a sister monastery located in the heart of Alcarria, that of Obila - could not, however, escape time and its most faithful generals: ruin and oblivion.

Nada provoca mayor tristeza y a la vez, mayor emoción, que perderse voluntariamente por las inmensas sierras de Guadalajara e ir descubriendo, como el rastro de migas de pan del famoso cuento de Pulgarcito, la sorprendente cantidad de cementerios culturales que contienen, los cuales, dicho sea a continuación, constituyen el testimonio olvidado de una riqueza patrimonial, que, al menos hasta tiempos relativamente recientes, fue pródiga y abundante.

Pueblos abandonados, despoblados, en ruinas o venidos a menos cada día más, son, junto con los innumerables testimonios de ermitas, iglesias y complejos monasterios la punta visible de un gigantesco iceberg cultural, que forma parte, actualmente, o en su defecto, a punto está de hacerlo, de lo que bien pudiera definirse, por exagerado que parezca, como un inevitable Limbo de lo Perdido: un metafórico Triángulo de las Bermudas Patrimonial, cuya pérdida es una espina clavada en el corazón de Castilla.

Uno de los ejemplos más relevantes, aunque de un tiempo a esta parte se hayan consolidado sus lamentables muñones, lo tenemos a algo menos de dos kilómetros de distancia del término municipal de Retiendas, en lo que fue uno de los grandes monasterios del legado cisterciense en España, asentado en la vega de un río de triste fama, el Jarama, en unos terrenos cedidos en el año 1175 por un rey criado en Soria y casado en su fantástica iglesia de Santo Domingo, Alfonso VIII, que fue abandonado por los monjes en 1821 y que, habiendo pasado desapercibido para la avidez de antigüedades de los grandes magnates norteamericanos, como Randolph Hearst, el famoso ‘Ciudadano Kane’ de la película de Orson Welles -por desgracia, no ocurrió lo mismo con un monasterio hermano situado en el corazón de la Alcarria, el de Obila- no pudo escapar, sin embargo, del tiempo y sus más fieles generales: la ruina y el olvido.

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