Se puede apreciar como se trabajaba ya la escultura como elemento decorativo en la arquitectura, algunos relieves toscos que todavía tienen falta de suavidad y profundidad. Que retrato que nos deja la historia para futuras enseñanzas de como era el Arte en la época. Muchas gracias por tu post.
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En este periodo, tanto la pintura como la escultura, más que como elemento decorativo (que también, por supuesto) tenían un cometido mucho más esencial: el pedagógico. Eran, por decirlo de una manera abierta, los verdaderos 'libros del pueblo' y por supuesto, en ellos se incluía aquellos temas evangélicos que los fieles debían de conocer y respetar, así como los avisos acerca de los vicios y virtudes, en los que no se debía caer (caso de los primeros, claro) so pena de la condenación al Infierno, tema en el que, a diferencia de épocas muy posteriores, el hombre medieval creía muy profundamente. Has hecho un comentario interesante, que sería muy extenso de debatir, pero, aparte de la sensación de falta de suavidad y profundidad, no siempre fue así y hay muchísimos ejemplos que todavía, al cabo de los siglos, maravillan por su sofisticada técnica y perfección. Aquí, lo más llamativo, podría ser, por ejemplo, la propia figura del Cristo in Maiestas y ver la brillantez, por su dificultad, de los pliegues de la túnica. De hecho, existe otra portada igual, aunque realizada por otras manos u otros talleres de cantería, en la vecina ciudad de Carrión de los Condes (de donde eran originarios, precisamente, los esposos de las hijas del Cid, los mismos que protagonizaron el triste y doloroso episodio de la Afrenta de Corpes), en la iglesia de Santiago, actualmente convertida en museo de Arte Sacro, cuya visita es muy recomendable. En Carrión, por ejemplo, dado que fue una de las villas medievales más importantes, sobre todo, teniendo en cuenta, que formaba parte del Camino de Santiago, los talleres canteros se especializaron, no sólo en la escultura característica de iglesias, ermitas o monasterios, sino que desarrollaron un auténtico hito en la elaboración de otro tipo de elementos, como sepulcros, en cuya visión, puedes ver, también, poco menos que de todo: desde lo más sofisticado, hasta lo más vulgar, convirtiéndose, en muchos casos su escultura, en verdaderas 'crónicas' de la época. Lamento haberme extendido tanto, pero dado que has puesto el dedo en la llaga y el tema invita siempre a debatir, he considerado conveniente ampliarlo un poco más. Muchas gracias por tu valoración y comentario y un cordial saludo.