Hola queridos Hivers!
Mi incursión en el mundo de la repostería durante la cuarentena fue un proceso interesante. Inicialmente motivada por las restricciones que nos impedían comprar postres, comencé a experimentar en la cocina junto a mi vecina. A pesar de que al principio los resultados no eran perfectos, descubrí un gusto por la repostería que me llevó a seguir practicando y mejorando. En las primeras tartas, otra vecina nos prestaba su merenguera y nos daba algunos tips, que aunque siguiéramos al pie de la letra no nos salían muy bien. Las primeras recetas que puse en práctica fueron las de mi abuela, pero nunca pude reproducirlas a la perfección; en mi opinión, la repostería es un arte que cada persona expresa a su manera.
Con el tiempo, adquirí herramientas como una merenguera, un horno y boquillas de decoración, lo que me permitió perfeccionar mis habilidades y ofrecer mis creaciones a mis amigos, quienes elogiaron la calidad de mis pasteles. Animada por sus comentarios, decidí vender mis productos de manera gradual, llegando a elaborar hasta 8 pasteles al día con una excelente aceptación por parte de los clientes, que claro, como en cualquier negocio, tuve comentarios no tan buenos pero que me ayudaron a mejorar.
A pesar de mi éxito en la repostería, decidí retomar mis estudios en ingeniería bioinformática al finalizar la cuarentena, buscando equilibrar mi pasión por la pastelería con mi carrera académica. Aunque actualmente continúo haciendo dulces de forma ocasional, me enfrento a desafíos como la escasez de ingredientes o los altos precios, lo que ha llevado a que mis creaciones tengan ahora un estilo más casero. Afortunadamente, mi esposo disfruta de mis postres, lo que me motiva a seguir explorando mi creatividad en la cocina, y ahora es mi abuela quien me pide las recetas.
"La genialidad sin la base de un producto no tiene sentido. Pero la creatividad, si no hay un proyecto, tampoco tiene razón de ser"
MY ENGLISH VERSION
Hello dear Hivers!
My foray into the world of baking during quarantine was an interesting process. Initially motivated by the restrictions that prevented us from buying desserts, she began experimenting in the kitchen with my neighbor. Even though at first the results were not perfect, I discovered a love for baking that led me to continue practicing and improving. For the first cakes, another neighbor lent us her meringue maker and gave us some tips, which although we followed to the letter, they didn't turn out very well. The first recipes I put into practice were my grandmother's, but I was never able to reproduce them perfectly; In my opinion, baking is an art that each person expresses in their own way.
Over time, I acquired tools such as a meringue maker, an oven, and decorating tips, allowing me to hone my skills and offer my creations to my friends, who praised the quality of my cakes. Encouraged by their comments, she decided to sell my products gradually, making up to 8 cakes a day with excellent acceptance from customers, which of course, like in any business, I had comments that were not so good but that helped me improve. . .
Despite my success in baking, I decided to resume my studies in bioinformatics engineering at the end of the quarantine, seeking to balance my passion for baking with my academic career. Although I currently continue to make sweets occasionally, I face challenges such as shortages of ingredients or high prices, which has led to my creations now having a more homemade style. Fortunately, my husband enjoys my desserts, which motivates me to continue exploring my creativity in the kitchen, and now it is my grandmother who asks me for the recipes.
"Genius without the basis of a product has no meaning. But creativity, if there is no project, has no reason to exist either"
Really enjoyed reading this! Keep up the great work.
Se ve exquisita esa torta ideal para iniciar la semana santa