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Un día, mientras exploraba el desván, Ana descubrió un álbum de fotos que desprendía nostalgia y misterio. Al abrirlo, se encontró con imágenes de un viaje que sus padres habían hecho cuando ella tenía apenas un mes de nacida. Sus ojitos curiosos brillaron al ver las fotos de paisajes desconocidos y momentos tiernos con sus padres sosteniéndola con cariño.
Llena de emoción, Ana corrió hacia su madre y le mostró el álbum. "¿Puedes contarme todo sobre este viaje, mami?", preguntó con entusiasmo. La madre, con una sonrisa tierna, se sentó con Ana y comenzó a relatar cada detalle mágico de aquel viaje especial.
Le habló de los lugares que visitaron, de los colores del atardecer que pintaban el cielo, y de cómo Ana, siendo tan pequeñita, había experimentado su primer viaje. Ana escuchaba con atención, imaginando cada momento a través de las palabras de su madre.
Juntas, madre e hija, se sumergieron en recuerdos que se habían vuelto tesoros a lo largo del tiempo. Ana agradeció a su madre por compartir esas memorias, y el vínculo entre ellas se fortaleció aún más, recordándoles la importancia de los momentos compartidos en familia.
Espero que disfrutes de este nuevo capítulo, de las historia de Ana.