En este mes de la mujer quiero comenzar con un artículo con el que creo que muchas se van a sentir identificadas porque en algún momento de la vida las mujeres hemos tenido que abrirnos paso en lugares donde los hombres son mayoría y dudan de nosotras por el simple hecho de ser mujeres, por eso les cuento mi historia.
Desde que era niña siempre me gustó la ciencia, primero quería estudiar medicina pero en bachillerato cuando vi mis primeros laboratorios de química donde se mezclaban sustancias y se observaban reacciones químicas que parecía magia decidí que quería estudiar esa carrera. Y con el paso de los años me di cuenta de que la química no solo era una pasión, sino también un campo en el que las mujeres a menudo se enfrentan a muchos desafíos. Recientemente trabajé un tiempo en un laboratorio que pertenece a una unidad de ingeniería y está compuesto principalmente por hombres y me di cuenta de las barreras que había por ser mujer, en este artículo quiero compartir mi experiencia y reflexiones sobre cómo he logrado abrirme camino en este entorno.
Mi viaje comenzó en la universidad donde elegí estudiar química, allí noté la diferencia de género en mi clase, éramos pocas mujeres entre muchos hombres. Al graduarme estaba emocionada por comenzar mi carrera profesional sin embargo al buscar trabajo me di cuenta de que muchos laboratorios preferían contratar hombres, a pesar de eso persistí y finalmente conseguí un cargo en un laboratorio de calidad ambiental. Luego tuve empleo en otros laboratorios similares de control de calidad hasta que ingresé en este laboratorio de la Facultad de Ingeniería, una vez dentro los desafíos no tardaron en aparecer. Desde el primer día, sentí la presión de demostrar mi valor y competencias en un entorno completamente masculino, uno de los mayores obstáculos fue la falta de representación femenina en reuniones y discusiones del trabajo sentía que mis opiniones eran subestimadas o ignoradas, de hecho en muchas reuniones salí con ganas de llorar pero no podía mostrarme débil y decidí no rendirme. Comencé a preparar mis presentaciones con más detalle y a sustentar mis ideas con datos científicos, con la normativa y con mi experiencia en laboratorios pasados, con el tiempo fui demostrando que no era una niña sino que era una mujer trabajadora y con experiencia, a la que le gusta que las cosas se hagan bien y mis colegas comenzaron a reconocer y apreciar mi esfuerzo y dedicación.
Construyendo relaciones
Aunque me cuesta un poco, a lo largo de mi carrera he entendido que construir relaciones es importante para tener éxito, tuve varias sesiones con una coach especializada en la parte de crecimiento profesional y allí descubrí mis capacidades y que soy una entusiasta por la ciencia, no soy ninguna intensa como muchas veces me decían mis compañeros de trabajo, lo que hice fue dejar mis miedos y participar en charlas y cursos donde conocí nuevas personas con experiencia y también me di cuenta que muchas mujeres habían pasado por lo mismo que yo.
Superando estereotipos
A lo largo de mi carrera he tenido que enfrentar estereotipos sobre las capacidades de las mujeres en la ciencia, muchas veces mis colegas asumían que no podía manejar ciertas tareas técnicas o complejas simplemente por ser mujer o que no podía dar una opinión firme, pero logré demostrar lo contrario cuando se dieron cuenta que mi experiencia les podía servir para un proyecto donde se debía cumplir con muchos requisitos en corto tiempo y como yo conocía muy bien la normativa me dieron la oportunidad de hacer ese trabajo y mi jefe se apoyó mucho en mí y en mis capacidades, fue mucha la presión pero logré hacerlo y lo mejor de todo es que eso me ayudó a que me conocieran en otras áreas de mi trabajo y me ascendieron, ya no estoy en un laboratorio ahora pertenezco a un área administrativa donde hay personas con mucha experiencia, respetuosas y que creen en mi capacidad, de hecho los ayudo a fortalecer la unidad con mi capacidad de análisis, estoy tranquila y feliz. Y aunque esté en un área administrativa sigo haciendo ciencia porque no dejo la investigación.
Reflexiones sobre el Futuro
Estoy orgullosa de lo que he logrado hasta ahora, he aprendido que la perseverancia es mi mejor amigo y que ayuda mucho en la parte laboral, aunque todavía hay desafíos por delante, estoy convencida de que cada vez más mujeres están ingresando al mundo científico y haciendo una diferencia significativa, otro aspecto importante es ser conciliadora, las mujeres a veces queremos imponer nuestro punto de vista porque creemos no ser escuchadas pero si manejamos la técnica de la mediación podemos alcanzar una buena posición.
Aunque en muchas organizaciones todavía exista algo de machismo cada vez hay más iniciativas para fomentar la diversidad en las áreas de la ciencia y la tecnología y las mujeres estamos abarcando mucho esos espacios, también en cargos gerenciales.
Ser mujer en un laboratorio dominado por hombres ha sido una experiencia desafiante pero me ha ayudado a crecer mucho, he aprendido lecciones valiosas sobre resiliencia, liderazgo y la importancia del apoyo mutuo entre mujeres, entiendo que cada mujer tiene su propio camino lleno de obstáculos y triunfos pero puedo decir que no se desanimen, con determinación y trabajo duro pueden abrirse camino y dejar su huella en el mundo profesional y construir un entorno donde todas las voces sean escuchadas y valoradas.
In this Women's Month, I want to start with an article that I think many of you will be able to relate to because at some point in our lives, we women have had to make our way in places where men are in the majority and they doubt us simply because we are women, so I am going to tell you my story.
Ever since I was a child I always liked science, first I wanted to study medicine but in high school when I saw my first chemistry laboratories where substances were mixed and chemical reactions were observed that seemed like magic I decided that I wanted to study that degree. And over the years I realized that chemistry was not only a passion, but also a field in which women often face many challenges. I recently worked for a time in a laboratory belonging to an engineering unit and made up mainly of men and I realized the barriers there were for being a woman. In this article I want to share my experience and reflections on how I have managed to make my way in this environment.
My journey began at university where I chose to study chemistry. There I noticed the gender difference in my class, there were few women among many men. Upon graduating, I was excited to start my professional career. However, when looking for work, I realized that many laboratories preferred to hire men. Despite this, I persisted and finally got a job in an environmental quality laboratory. I then had jobs in other similar quality control laboratories until I joined this laboratory in the Faculty of Engineering. Once inside, the challenges soon appeared. From day one, I felt the pressure to prove my worth and skills in a completely male environment. One of the biggest obstacles was the lack of female representation in meetings and work discussions. I felt that my opinions were underestimated or ignored. In fact, in many meetings I left feeling like crying but I couldn't show weakness and decided not to give up. I started to prepare my presentations in more detail and to support my ideas with scientific data, with regulations and with my experience in past laboratories. Over time, I was able to demonstrate that I was not a girl but a working woman with experience, who likes things to be done well, and my colleagues began to recognize and appreciate my effort and dedication.
Building relationships
Although it is a bit difficult for me, throughout my career I have understood that building relationships is important for success. I had several sessions with a coach who specialized in professional growth and there I discovered my abilities and that I am enthusiastic about science. I am not intense at all, as my coworkers often told me. what I did was to leave my fears behind and take part in talks and courses where I met new people with experience and I also realized that many women had been through the same thing as me.
Superando estereotipos
Overcoming stereotypes
Throughout my career I have had to face stereotypes about women's abilities in science. My colleagues often assumed that I could not handle certain technical or complex tasks simply because I was a woman or that I could not give a firm opinion. but I managed to prove them wrong when they realized that my experience could be useful to them for a project where they had to meet many requirements in a short time and as I knew the regulations very well they gave me the opportunity to do that job and my boss relied a lot on me and my abilities, the pressure was great but I managed to do it and best of all, it helped them get to know me in other areas of my work and I was promoted, I'm no longer in a laboratory. Now I belong to an administrative area where there are people with a lot of experience, who are respectful and who believe in my abilities. In fact, I help them strengthen the unit with my analytical skills. I am calm and happy. And even though I am in an administrative area, I continue to do science because I have not left research.
Reflections on the Future
I am proud of what I have achieved so far. I have learned that perseverance is my best friend and that it helps a lot in the work part, although there are still challenges ahead, I am convinced that more and more women are entering the scientific world and making a significant difference, another important aspect is to be conciliatory, women sometimes want to impose our point of view because we believe we are not being heard but if we manage the technique of mediation we can reach a good position.
Although in many organizations there is still some machismo, there are more and more initiatives to promote diversity in the areas of science and technology and women are increasingly occupying these spaces, also in managerial positions.
Being a woman in a male-dominated laboratory has been a challenging experience but it has helped me grow a lot, I have learned valuable lessons about resilience, leadership and the importance of mutual support among women, I understand that each woman has her own path full of obstacles and triumphs, but I can say that they should not be discouraged. With determination and hard work, they can make their way and leave their mark in the professional world and build an environment where all voices are heard and valued.
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