Tienes razón, adrenalina pura, por alguna razón las caídas nos generan un gran estrés, pero luego nos reímos de ellas, yo siempre me acuerdo de una vez en la que yo corría en la universidad para refugiarme bajo un techo porque llovía fuerte, entonces me resbalé y caí de barriga, desplazándome por todo el piso, debido al agua. Quedé en frente de todas las personas que estaban en el pasillo, al levantar mi cabeza, vi que todos me observaban sin moverse, yo sólo me reía, sin poder levantarme, hasta que alguien al fin tuvo la gentileza de darme su mano para que me incorporara. Pasó hace muchos años y todavía me río por eso.
Saludos.