Ahora ves que te faltan vivir aventuras con tu pequeño.
Todos los hijos nos traen una que otra vez dolores de cabeza, por una u otra cosa. Están en constante aprendizaje.
Mi tercera hija tiene 2 años y medio y lucho para que vaya al baño y la de 8 años, todavía me llama para que la limpie cuando hace del 2.
Hay que seguir la vida queriendo los, amándonos y cuidando los, son nuestros tesoros.
Se cuando nos hablas de inocencia y es que pensamos que todos son buenos y no es así. Pero cada quien juzga por su condición.
Con mi hija mayor dormí hasta que tenía casi 12 años, cuando nació mi segunda hija y aún cesariada, tenía que irla a dormir, porque le daba miedo dormir sola. También la extrañaba en mi cama y me aplastará el brazo jejeje.
Un gusto leerte. Bendiciones.