¡Bienvenidos a mi blog!
Para nadie es un secreto que en nuestro caminar siempre recordamos a nuestro gran amigo el árbol. En nuestras largas caminatas encontrar a este amigo nos resulta placentero, nos da esa oportunidad de agarrar fuerzas y a su vez nos motiva a seguir.
Cierro los ojos y me traslado a mi infancia a esos momentos de actos escolares, entre algarabía y la emoción de ver a nuestros representantes aplaudir, algunos más expresivos que otros, pero con ese orgullo y apoyo para con sus hijos.
Los arboles siempre están arraigados a su lugar de origen, los veo y en mi imaginación los veo contentos, generosos, dispuesto a dar sus hojas ramas y hasta sus raíces por complacernos, los siento dándonos sus regalos constantemente en deliciosos frutos de múltiples sabores.
Su sombra nos protege del inclemente sol veraniego y sus hojas nos susurran con la brisa, la brisa le da cantos de amor a las hojas y ellas nos enamoran con sus notas y despiertan cantos de amor.
Los árboles son como soldados erguidos, inmóviles, protectores de su espacio, sin cementos, ni leones, menos gritos, bien lejos de las discusiones. Testigos de los amantes, que graban con sus puñales múltiples corazones, parece que hacen pactos para que su amor sea eterno igual que muchos árboles que duran años, puedo recordar un samán del jardín botánico que tiene más de cuatrocientos años, así queremos que dure el amor al grabarlo en su tallo.
¡Cómo no agradecer a un árbol!
Muchos corazones, esperando que regresen esos amores que un día juraron delante de un árbol no separarse jamás. Muchos de ellos mudos, sin reproches de las heridas causadas, solo fueron testigos fieles de una gran momento.
¡Cómo no necesitar a un árbol!
Los árboles nos abrazan con sus sombra, ellos nos saludan al pasar, siento el susurrar de las hojas en mis oídos, su verde nos alegra el corazón, ahí nos esperan de pie día a día eso sí es una gran bendición.
En otoño sacan su tristeza como quejándose, con su desnudez liberándose de ropajes ya cansados de llevar sol y agua, para decirnos con su llanto "pisad mi alfombra" ya no me duelen mis hojas secas, hasta el último momento quiero servirte.
En primavera reverdece y nos alegran sus brotes, con un verde ingenuo, el verde de una niñez, de un nuevo comienzo para volver a alegrarnos el alma.
Tu árbol das todo. Eres amigo, eres hermano, nada te asusta y estas ahí en toda nuestra niñez, juventud y nosotros ingratos te olvidamos por buscar otros lugares, te mantienes firme, estas claro de tu objetivo...servir. Nosotros buscamos otros lugares donde nunca estés tu, solo edificios vanos, sin colores, ni frescura, sin cariño sin pájaros que aniden en tus ramas sus hogares protegidos.
Nada como tú árbol, nada tan resistente y amigo esperando que volvamos a verte y te reconocemos triunfante más alto, más guapo dándonos la bienvenida con más sombra llenas de abrazos.
Yo, sigo recordando esa canción de la escuela con mi falda azul, mi camisa blanca, mis medias blancas y zapatos negros. Mi corazón saltaba cuando debía dar ese paso al frente y cantar:
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
El Árbol da sombra, como el cielo fe
Con flores alfombras su sólido pie
Sus ramas frondosas aquí extenderá
Y frutos y rosas a todos dará
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
Él es tan fecundo rico sin igual
Que sin el mundo sería un erial
No tendría palacios el hombre, ni hogar
Ni aves los espacios, ni velas, ni mar
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
Ni santuario digno para la oración
Ni el augusto signo de la redención
No existirían flores ni incendio ni unción
Ni suaves olores que ofrendar a Dios
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
Al árbol debemos solícito amor
Jamás olvidemos que es obra de Dios
Welcome to my blog!
It is no secret that in our walk we always remember our great friend the tree. In our long walks we find this friend pleasant, it gives us the opportunity to take strength and in turn motivates us to continue.
I close my eyes and I go back to my childhood, to those moments of school ceremonies, between the excitement and the emotion of seeing our representatives applauding, some more expressive than others, but with that pride and support for their children.
The trees are always rooted to their place of origin, I see them and in my imagination I see them happy, generous, willing to give their leaves, branches and even their roots to please us, I feel them constantly giving us their gifts in delicious fruits of multiple flavors.
Their shade protects us from the inclement summer sun and their leaves whisper to us in the breeze, the breeze gives love songs to the leaves and they make us fall in love with their notes and awaken love songs.
Trees are like soldiers standing upright, immobile, protectors of their space, without cements, without lions, less shouting, far away from discussions. Witnesses of lovers, who engrave with their daggers multiple hearts, it seems that they make pacts for their love to be eternal just like many trees that last for years, I can remember a saman tree of the botanical garden that is more than four hundred years old, so we want love to last by engraving it on its stem.
How not to thank a tree!
Many hearts, waiting for the return of those loves that one day swore in front of a tree never to part. Many of them mute, without reproaches of the wounds caused, they were only faithful witnesses of a great moment.
How not to need a tree!
The trees embrace us with their shade, they greet us as we pass by, I feel the rustling of the leaves in my ears, their green gladdens our hearts, there they wait for us standing day by day, that is a great blessing.
In autumn they bring out their sadness as if complaining, with their nakedness freeing themselves from clothes already tired of carrying sun and water, to tell us with their cry "step on my carpet" my dry leaves no longer hurt me, until the last moment I want to serve you.
In spring it greens up and its buds make us happy, with a naive green, the green of a childhood, of a new beginning to make our souls happy again.
You tree gives everything. You are a friend, you are a brother, nothing scares you and you are there in all our childhood, youth and we ungrateful forget you to look for other places, you stand firm, you are clear of your objective...to serve. We look for other places where you are never there, only vain buildings, without colors, without freshness, without affection, without birds that nest in your branches, their protected homes.
Nothing like your tree, nothing so sturdy and friendly waiting for us to see you again and we recognize you triumphant taller, more handsome welcoming us with more shade full of hugs.
Me, I still remember that school song with my blue skirt, my white shirt, my white socks and black shoes. My heart leapt when I had to take that step forward and sing:
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
The Tree gives shade, as the sky gives faith
With flowers carpets its sturdy foot
Its leafy branches here it shall spread
And fruits and roses to all it will give
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
He is so richly fruitful without equal
That without the world would be a wasteland
Man would have no palaces, no home
Nor birds the spaces, nor sails, nor sea
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
Nor worthy sanctuary for prayer
Nor the august sign of redemption
There would be no flowers, no fire, no anointing
Nor soft scents to offer to God
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
To the tree we owe solicitous love
Let us never forget that it is God's work
Todas las imágenes son de mi álbum familiar. Equipos utilizados Samsung J4 y Redmi 9A. fuenteCanción al árbol. Mi firma con aplicación Canva.
Linda publicacion dedicada al arbol, tenemos que cuidar del medio ambiente y de la naturaleza, yo tamben me emocionaba me fascina el Himno al arbol.
Un abrazo amiga @lisfabian
Muchas gracias por pasar. @mafalda2018 siempre recuerdo estos actos, me encantaba cantar y participar. Igual que el himno del panamericano o de las américas. Mañana se celebra, me tocaba ser Argentina y salir de primera con la bandera. ¡Un abrazote amiga!
Plants, trees, are one of the greatest expressions of God's love, they are priceless for all they give us, so they deserve respect and love as well. This post is so beautiful, so conscious! The photos are gorgeous, and the reflection itself as well. I love the Hymn to the Tree, it's a great song.
I love these motivational messages. Thanks for stopping by and supporting my work @plantpoweronhive. They are great friends
Estamos felices de que nos acompañaste en Promueve tu Publicación te esperamos el próximo miércoles a las 9:15 PM. Saludos, @lisfabian.
Muchas gracias @votovzla.