Amiga, tienes razón en cuanto a que existe rechazo hacia la práctica, per se, de tatuarse la piel. Pienso que se debe a que los primeros tatuajes que desde hace décadas se veían, eran motivados a presidiarios y expresidiarios. Claro, ellos también se tatuaron teniendo sus razones personales para ello. Solo que la sociedad los rechazaba solo porque se identificaban con la cárcel y a veces con señales para las bandas de mal vivientes. En fin, el tatuarse no es dañino para la salud, mientras no se abuse de ellos. Repito lo que siempre he dicho: De haber podido cuando era adolescente, me hubiese tatuado uno. Pero igualmente, eso era motivo para el rechazo en los círculos sociales donde uno se movía. A mí, me encanta ver los tatuajes bien hechos y admirarlos. No es un arte sencillo. Saludos y cariños @mamaemigrante
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