Hola, comunidad de Holos&Lotus.
Hoy reanudo mis clases después del receso de fin de año. Les confieso que nunca había estado tan feliz de regresar a la escuela. Y no, no a recibir clases, sino a impartirlas.
Hay varias profesiones que admiro y respeto muchísimo, pero entre ellas hay dos que se llevan el premio: la medicina y el magisterio.
Nunca tuve paciencia. Ese es uno de mis mayores defectos. Por eso, el hecho de ponerme a preparar clases y enseñar, nunca estuvo en mis planes. En algunas ocasiones intenté enseñar y nunca conseguí mucho, la verdad. Creí que era un don o habilidad que no se me había otorgado. Pero no es así. Lo que necesitaba era una maestra.
Entonces apareció @elviguitarra una Maestra de esas, con mayúsculas y con su ejemplo y el conocimiento de años de enseñanza, me mostró un camino a seguir. Y, lo más importante, me alentó a emprenderlo.
El ser humano le teme a los cambios. Yo no soy la excepción. La idea de ser responsable de que un grupo (o dos, en mi caso) aprenda algo, me aterrorizaba. Aún me asusta. No obstante, me arriesgué a dar mis primeros pasos en este nuevo camino.
Lo primero fue presentarme. Eso no fue muy difícil. Atraer su atención, tampoco ya que soy tan muchacho como ellos, a pesar de mis casi 39 años. Supe cómo atrapar su atención e imponer una disciplina y que me escucharan. Entonces comenzó lo difícil: enseñarles Historia de Cuba, una asignatura que no les gustaba, ni interesaba.
Pero, para alguien al que le gustan los retos, esto era interesante. Terrorífico, pero interesante. Claro, no negaré que quise pedir la baja desde el primer día, por miedo al fracaso. No obstante, no podía hacerle eso a mi esposa, después de tanto trabajo.
Después de un mes dando clases, cuando vi que se me estaban relajando y yendo de la mano, les puse un trabajo de control, diagnóstico, para ver cómo iban y fue fatal. Excepto dos, los demás suspendieron un examen sencillo.
Alegaban que no les “entraba” la historia y que ellos iban a ser músicos, no historiadores. Por eso, en mi siguiente turno de clases, no di historia, sino una charla sobre la necesidad de aprender de todo: historia o no.
Les puse el ejemplo de grandes artistas e intelectuales de nuestro país, como Leo Brouwer, la propia Elvira Skourtis, Heras León, etc. Músicos o escritores que saben de todo. Que pueden hablarte de cualquier tema y es un placer inmenso conversar con ellos. Les comenté de varias formas en que ese conocimiento integral influye sobre su obra, en la parte interpretativa o creativa. En cómo aprender de muchas cosas, puede hacerte ver la vida de otra manera; apreciar el arte de otra manera más profunda.
Resumiendo, que les hice notar la necesidad de aprender y superarse cada día más. Nunca es suficiente.
A partir de entonces, las clases fueron diferentes. No es un cuento de hadas lo que les digo, sino una realidad. Excepto tres de ellos que sacaron noventa y tantos puntos, los demás, hicieron pruebas de 100.
Y eso me hizo muy feliz. Logré que aprendieran y se interesaran por la asignatura.
Ahora comienza otra vez el reto. Un siguiente nivel. Ya les contaré cómo me va. No puedo conformarme, debo seguir mejorando y dar mejores clases.
¿No creen?
English version*
Hello, Holos&Lotus community.
Today I resume my classes after the end of year break. I confess that I have never been so happy to return to school. And no, not to take classes, but to teach them.
There are several professions that I admire and respect very much, but among them there are two that take the prize: medicine and teaching.
I never had patience. That is one of my biggest flaws. That is why the fact of preparing classes and teaching was never in my plans. On some occasions I tried to teach and I never achieved much, honestly. I thought it was a gift or ability that had not been given to me. But it is not like that. What I needed was a teacher.
Then @elviguitarra appeared, one of those Teachers, with capital letters and with her example and the knowledge of years of teaching, she showed me a path to follow. And, most importantly, she encouraged me to take it.
Human beings are afraid of change. I am not the exception. The idea of being responsible for a group (or two, in my case) learning something terrified me. It still scares me. Nevertheless, I risked taking my first steps on this new path.
The first thing was to introduce myself. That wasn't very difficult. Getting their attention, either, since I'm as young as they are, despite my almost 39 years. I knew how to catch their attention and impose discipline and make them listen to me. Then the difficult part began: teaching them Cuban History, a subject they didn't like or were interested in.
But, for someone who likes challenges, this was interesting. Terrifying, but interesting. Of course, I won't deny that I wanted to ask to leave from the first day, for fear of failure. However, I couldn't do that to my wife, after so much work.
After a month of teaching, when I saw that they were relaxing and getting carried away, I gave them a control, diagnostic task, to see how they were doing and it was fatal. Except for two, the rest failed a simple exam. They claimed that they didn't "get" history and that they were going to be musicians, not historians. That's why, in my next class session, I didn't give history, but a talk about the need to learn everything: history or not.
I gave them the example of great artists and intellectuals of our country, like Leo Brouwer, Elvira Skourtis herself, Heras León, etc. Musicians or writers who know everything. Who can talk to you about any subject and it is an immense pleasure to talk with them. I told them about various ways in which this comprehensive knowledge influences their work, in the interpretive or creative part. How learning about many things can make you see life in a different way; appreciate art in a deeper way.
In short, I made them notice the need to learn and improve every day more. It is never enough.
From then on, the classes were different. It is not a fairy tale what I tell them, but a reality. Except for three of them who got ninety-something points, the rest took tests of 100.
And that made me very happy. I managed to get them to learn and become interested in the subject.
Now the challenge begins again. A next level. I'll tell you how it goes. I can't be satisfied, I have to keep improving and give better classes.
Don't you think?
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